La situación judicial de Dani Alves se ha complicado de forma radical en las últimas horas.
Este viernes se confirmó que el Juzgado de Instrucción 15 de Barcelona decidió enviar a Dani Alves a prisión provisional sin fianza tras prestar sus declaraciones por una presunta agresión sexual ocurrida el pasado 30 de diciembre en una discoteca de Barcelona. Su esposa, Joana Sanz, usó sus redes sociales para pedir «respeto» por la situación que atraviesan.
Según lo denunciado por la joven dos días después de los hechos, Alves y ella acudieron a los baños de la discoteca de forma voluntaria. Ella se habría puesto muy nerviosa y avisó a los responsables de seguridad de la sala. Estos activaron entonces el protocolo del ayuntamiento contra las agresiones sexuales en espacios de ocio nocturno, aunque el futbolista ya había abandonado el recinto.
Joana Sanz expresó su tristeza y solicitó a los medios que respeten su privacidad. También reveló que su madre había fallecido hacía una semana y aún no había tenido tiempo de procesarlo. La mujer del futbolista también señaló que había perdido los únicos pilares de su vida.
Finalmente, Joana Sanz hizo un llamamiento a la empatía por la situación que está viviendo tras la detención de su marido. Pidió que se respete su delicado momento y que se tenga comprensión por ella.