«No puedo con lo que dice sobre la suegra».
Las reseñas siempre fueron una forma de ayudar a la gente a descubrir nuevos sitios donde comer, desayunar o pasar un rato con los amigos. Si teníamos dudas sobre la calidad de un establecimiento, o de si sus encargados eran agradables o no, podíamos mirar las reseñas para formarnos una opinión sobre si era el tipo de sitio que buscábamos.
A pesar de que el mundo de las reseñas es cada vez menos fiable, ya que los negocios se juegan mucho con ellas y a menudo encuentran formas de hacer que trabajen a su favor, a veces aparecen textos que claramente representan la opinión real de una persona. Algunas aparecen recogidas en la cuenta de Twitter @soycamarero, que se ha convertido en toda referencia entre las personas que trabajan en el mundo de la hostelería.
En octubre del año pasado, el conocido twittero publicó una reseña que le había llamado la atención. Acostumbrados a críticas negativas y amargas quejas, comentarios positivos como este siempre iban a ser llamativos. Pero es que, además, el texto no tiene desperdicio.
«Por favor, si hubiera algún premio a las reseñas más míticas e ingeniosas, ya tendríamos al ganador», escribió Soy Camarero en la publicación. La reseña en sí tenía por título «Se come muy bien», y en ella un usuario expresó de la manera más ingeniosa su experiencia en un bar de playa.
«Los bocadillos son como el antebrazo de Dwayne Johnson».
«Seamos sinceros. No vienes a este bar porque te hayas puesto gourmet», comenzó la reseña. En lo que parecía que iba a ser una crítica negativa, el cliente narró su experiencia: «Vienes porque has salido de la playa tan tostado que solo te falta untarte Philadelphia. Tu suegra te mira con cara de tener hambre y espera que pagues tú por todos. Y encima la tía come con un cerdo adulto medio», dijo.
«Los bocadillos son como el antebrazo de Dwayne Johnson. El ‘Chivito’ se llama así porque si se llamara ‘El chivo’ sería un marrano adulto con trozo de pan a cada lado», relató. «La tapa de bravas es un plato hasta arriba… y la tapa de calamares da como para hacer cinco bocatas madrileños» afirmó.
Claramente, con hambre no se quedó: «Acabáis comiendo hasta sentiros como animales de granja y os vais que parece que acabas de pagar la hipoteca y con la suegra satisfactoriamente cebada». «Se come MUY BIEN», zanjó el cliente.
Está claro que el sitio tiene pinta de no ser el más sano del mundo, pero claramente todos querrán ir después de haber leído esta reseña tan genia. No en vano, el cliente puntuó al local con cuatro de cinco estrellas.