Tamara Falcó, radiante y feliz, comparte sus noticias.
La Madrid Fashion Week ha tenido una invitada de lujo: Tamara Falcó. La diseñadora, que también es una empresaria de éxito, ha vuelto a pisar la pasarela después de pasar un verano de película con su chico, Íñigo Onieva. Los tortolitos se dieron el “sí, quiero” el 8 de julio en una boda muy íntima que tuvo lugar en la casa de campo de la familia Falcó.
Tamara no se ha perdido el desfile de Pedro del Hierro, la marca de la que es la jefa creativa desde hace dos años. Y como no podía ser de otra manera, ha deslumbrado con su lookazo. Tamara se ha decantado por un traje rojo que le sentaba de maravilla, formado por una chaqueta con botones y un pantalón recto. Debajo llevaba una blusa burdeos con un escote muy favorecedor.
Todo lo que llevaba era de su propia colección, TFP by Tamara Falcó, que pronto estará disponible para todas las que quieran vestir como ella. Tamara ha rematado su outfit con unos zapatos negros de tacón, un bolso a juego y unas gafas de sol. Lo más curioso es que no llevaba su anillo de casada, ese que tiene el nombre de Íñigo grabado por dentro y que fue un detalle del suegro y del tío de Íñigo. En su lugar, Tamara ha lucido un anillo de oro de Tous, la firma de joyas de la que es imagen.
“La vida de casada es igual, pero mejor”.
Tamara Falcó ha hablado con la prensa que se ha acercado a Ifema para verla desfilar en la Madrid Fashion Week, tal y como ha informado ¡Hola!. La diseñadora ha contado cómo le va la vida de casada, con la naturalidad que siempre caracteriza a la popular colaboradora de ‘El Hormiguero’.
“Es lo mismo, pero mejor, hay algo mágico, yo creo que es por el sacramento”, ha dicho con una sonrisa de oreja a oreja, de acuerdo con la citada publicación. Tamara ha vuelto “feliz, contenta y muy relajada” de su luna de miel de ensueño, un viaje de amor que empezó en Sudáfrica, siguió por Zambia y terminó en la Polinesia Francesa.
Tamara también ha tenido palabras de amor para su marido, que está liado con un nuevo proyecto de restauración. “Está muy pendiente de mí, me anima a hacer cosas, como ir a bucear con tiburones. Yo lo hago por amor y luego me lo paso muy bien”, ha dicho. Y cuando le han preguntado si era una mujer muy controladora, ha contestado sin pelos en la lengua: “¿Que si le tengo cortito? Yo no creo que eso funcione. Cada uno es responsable de lo que hace”.
Ya no lo ocultan: habla por primera vez del embarazo.
Tamara Falcó tiene muchas ganas de ser mamá, y no lo esconde. La diseñadora ha contado a la prensa que está en una clínica Fertilitas, donde está haciendo un método natural llamado naprotecnología para ampliar la familia. “Me encantaría ser madre. Como soy muy creyente, será lo que Dios quiera, pero es verdad que con Fertilitas estoy fenomenal, me están haciendo un seguimiento y estoy supercontenta, por ahora todo bien”, ha dicho.
Tamara ha explicado que este tratamiento es “como un traje a medida porque cada mujer es un mundo y es interesante saber”. Pero ha aclarado que no tiene ningún problema de fertilidad para ser madre. “No, no, para nada, era justamente para ir adelantando porque tengo otra amiga que lo hizo, pero al ser un método natural se tarda mucho tiempo, no es inmediato”, ha comentado.
Tamara también está muy ilusionada por su inminente mudanza. Dentro de poco, empezará una nueva vida con Íñigo en un ático de 160 metros cuadrados, reformado por la arquitecta y diseñadora de interiores Beatriz Silveira. “Estoy deseando mudarme, estamos en ello, aún faltan cositas, pero ya no nos queda nada y tenemos las llaves”, ha contado emocionada.
“Ya pensaré nombres”.
Allí tienen preparadas dos habitaciones por si consiguen su sueño de ser padres. Por ahora, la marquesa de Griñón no sabe si le gustaría tener un niño o una niña. “Es una pregunta horrible, imagínate que después de decirte niño nace niña… traumatizada para el resto de su vida”, ha respondido. Al final, ha confesado que “una chica estaría bien”, pero no ha querido compartir la lista de posibles nombres. “Ojalá primero me quede embarazada, después ya pensaré nombres”.
Tamara ha recordado una anécdota muy graciosa de su nacimiento. “En mi familia querían niño y entonces mis hermanos estaban desesperados cuando yo nací. A la semana de estar en casa, mis padres les dijeron que habían llamado del hospital, que me podían cambiar, pero ya me habían cogido cariño, entonces se quedaron conmigo”, ha contado entre risas.