Vale, no es tan habitual encontrar pingüinos como, no sé… palomas, por ejemplo. Esto es un poco injusto. No tenemos nada en contra de las palomas, pero los pingüinos son tan adorables que solo con verlos ya se alegra el día.
Afortunadamente, hay más formas de que nos animen que ir a verlos al zoo. Por ejemplo, con los cómics de Sheba, una artista autodidacta japonesa que adora a los pingüinos. Sus tiras cómicas reflejan perfectamente su naturaleza.
Como veréis, desde enfrentarse a la lluvia a ponerse en forma, los personajes de Sheba no permiten que los avatares de su día a día les arruinen el buen humor, y eso es algo que todos podemos aprender de ellos.
¿Qué os ha parecido?