Natalia es el nombre de la mujer encontrada muerta en una playa de Marbella con la cabeza y las manos cortadas, para no poder ser reconocida, el pasado domingo 8 de enero. La mujer pudo ser identificada por su familia, finalmente, gracias a unos vídeos que grabaron los testigos que estaban en la zona, al ver una verruga que tenía debajo del pecho lo que les hizo estar seguros de que se trataba de ella.
La ex pareja de la víctima, Leonel, y autor confeso del asesinato fue arrestado el lunes 9 de enero por la mañana, horas después de que la Policía Nacional estableciera un dispositivo para localizarle por un delito de quebrantamiento de una orden de alejamiento y su posible implicación en la desaparición de Natalia. Su familia había explicado a la policía las amenazas de muerte que le había realizado en los últimos días.
«Ante las evidencias que le incriminaban directamente en la desaparición de la mujer», ha informado la policía, es cuando «el principal sospechoso ha reconocido el crimen en sede policial».
Según la confesión del asesino, la mató y la mutiló de manera intencionada, presuntamente con la ayuda de un amigo que también ha sido detenido, de manera que pareciera un crimen producido por un ajuste de cuentas. Además de hacer todo lo posible para dificultar su identificación, por eso le cortó la cabeza, las manos y le hizo un corte en la zona donde tenía un tatuaje.
Leonel y Natalia habían mantenido una relación que apenas duró cinco meses, y él la agredió, y la acabó amenazando de muerte, cuando ella decidió cortar. Por este motivo, la víctima decidió denunciarlo y se le interpuso una orden de alejamiento, que incumplió en varias ocasiones.
La víctima tenía un hijo en Colombia que ha contado en una conversación telefónica en el Programa de Ana Rosa de Telecinco, que su madre estaba muy asustada por la amenaza de su expareja y que éste la acabó matando porque le había prestado a Natalia 700 euros y ella no se los había devuelto aún.