Lisa Marie Presley ha fallecido este jueves a los 54 años de edad en un hospital de Los Ángeles, tras ser encontrada en su habitación por una de sus empleadas domésticas tras sufrir un paro cardiaco, motivo por el que fue ingresada de urgencia y acabó muriendo horas después.
La última aparición pública de Lisa Marie se había producido este pasado martes en la ceremonia de entrega de los Golden Globes, donde estuvo acompañada por su madre, Priscilla Presley. En una gala donde se premió al actor Austin Butler, que había interpretado a su padre en la película Elvis. Nadie podía imaginar lo que ocurriría tan solo dos días más tarde.
La heredera del ‘rey del rock’, que perdió a su padre a la temprana edad de 9 años de la misma forma que ella ha perdido su vida, un infarto, intentó seguir los pasos de su padre en el mundo de la música como cantante y compositora, aunque sin llegar a alcanzar nunca un éxito reseñable.
Su vida ha tenido varios momentos difíciles, pasando por cuatro matrimonios, y siendo el más recordado su enlace con el cantante Michael Jackson. Una relación que duró tres años, y que muchos atribuyeron a una estrategia de Michael de lavado de imagen tras su primer juicio por abusos sexuales a menores. También estuvo casada con Nicolas Cage, en un matrimonio que apenas duró tres meses.
Pero el momento más duro de su vida fue, sin duda, la dramática pérdida de uno de sus cuatro hijos, Benjamin, en el año 2020 tras quitarse la vida al dispararse con un revólver en su domicilio. Una muerte de la que Lisa Marie no se recuperó nunca: “Adoraba a ese chico. Era el amor de su vida”, comentó uno de sus portavoces a la prensa.
Nunca superó la muerte de su amado hijo y ha vivido consumida en el dolor todo este tiempo hasta el día de su muerte. Un sufrimiento que muchos aseguran estar detrás del repentino fallecimiento de la hija de Elvis, junto a una serie de adicciones que la han acompañado gran parte de su vida, concretamente a los tranquilizantes y los opiáceos.