María José Galera se enfrenta a uno de los peores momentos de su vida.
María José Galera decidió entrar en el programa de televisión ‘Gran Hermano’ siendo muy joven. Esto fue debido a la difícil situación que estaba viviendo. Su hija Estefanía había nacido con parálisis cerebral además de una serie de problemas de salud que se iban incrementando a medida que crecía.
La sevillana se vio obligada a alzar el vuelo en busca de una mejor vida para su pequeña. Su conmovedora historia logró llegar al corazón de todos sus compañeros, llegándose incluso a mencionar que aquel que ganara el concurso se haría con el ansiado premio, un maletín repleto de dinero
María José Galera ha demostrado ser una madre y una mujer de gran fortaleza. En 2008, sufrió la tragedia de perder a su hija mayor, Estefanía, de 17 años. Esta tragedia la llevó a anteponer el dolor por el bien de sus dos pequeñas hijas, Patricia y su hermana.
En esta primera visitó a su madre en el reality show en el que actualmente compite. Este encuentro fue una gran inyección de energía para María José, quien se encuentra en la segunda edición de ‘Pesadilla en el paraíso’. Su presencia ha significado su regreso a la televisión después de que formara parte de ‘GH1’.
Patricia le aplaudió por todo lo que había hecho por ella y su hermana. “La vida le ha puesto muchas zancadillas. Para mí es mi luz, es el significado de la lucha constante, no se rinde”, le comentó. Estas palabras hicieron que María José no parara de llorar y de tocarle la cara a su hija.
Le repetía lo mucho que la quería y lo guapa que estaba. Esta visita fue la mejor muestra de amor que pudo recibir María José. Está siendo muy aplaudida por todos los que la ven ganadora del reality show.
En anteriores ocasiones, María José Galera había comentado que sentía que su hija estaba presente cuando se encontraba rodeada de la naturaleza y en concreto de los animales. La presentadora Nagore le preguntó entonces qué significaba para ella estar en este entorno tan especial.
La sevillana respondió que ese lugar tenía un nombre, Estefanía, que era el de su hija. Cuando habla de ella en el concurso, María José se siente más cerca y le habla todos los días, dándole las gracias por cuidarla y pidiéndole que cuide de sus hermanas y de sus abuelos. El oír los pajaritos en el silencio de la naturaleza, le hace recordar a su hija y le aporta una gran tranquilidad.