La imagen de un hombre contemplando el atardecer en la orilla de una playa malagueña le ha tocado el corazón a medio país.
Una imagen sencilla: la de un hombre sentado con su silla en la orilla del mar. El agua cubre sus pies y, de telón de fondo, los colores anaranjados del atardecer y la luna.
Podría haber sido un cuadro impresionista, pero es una fotografía. Y también pudo ser una foto más en la galería de un móvil más, pero se ha convertido en una de las historias más tiernas y populares del verano en Twitter.
Ya son más de 5.0700 retuits y unos 27.000 me gusta los que acumula la imagen. La compartió el periodista malagueño Santiago Souviron, que acompañó la imagen con una breve explicación.
Primero hice la foto, me llamó la atención verle en la orilla mirando al mar. Fui hasta él por pura curiosidad. Al acercarme, lloraba sin parar.
Es malagueño, emigró por necesidad y 34 años después ha vuelto a sentarse donde jugaba de niño. Me ha regalado el momento del verano. pic.twitter.com/8jtEaGpRZP— Santi Souviron (@santisouviron) August 12, 2019
Santiago explicó que no fue, ni mucho menos, un mensaje calculado:
«No tenía pensado el tuit. Al llegar a casa revisé el móvil, vi la foto y me emocioné al recordar lo que me contó. Una mezcla de tristeza y alegría. Lo publiqué dando un par de pinceladas, sin poner la historia completa porque prefiero que quede entre él y yo. No quise desnudar su intimidad».
Sí contó que el protagonista de la imagen ronda los 80 años y estaba el pasado lunes, a eso de las nueve, en la Malagueta, uno de los arenales de Málaga. «Me llevaron hasta allí una serie de casualidades. Había quedado para cenar con un amigo que me llamó a última hora para cancelarlo, así que decidí hacer deporte un rato por el paseo marítimo. Al llegar tampoco me apetecía y fui hasta la orilla de la playa a pasear. Entonces lo vi», contó Santiago.
Volviendo como regalo de cumpleaños.
«Saqué la fotografía y, cuando me iba, me di cuenta de que estaba llorando, así que me acerqué para preguntarle si necesitaba algo. Me dijo que estaba estupendamente y entonces me contó que había tenido que irse al norte de España por motivos laborales. Al emigrar, conoció a una chica con la que se casó y de la que enviudó. Su hija, que vive en el extranjero, se lo llevó entonces a vivir con él, todavía más lejos de aquí», relató.
Ya nos había atrapado la foto, pero su historia más todavía. «Él cumplió años la primavera pasada y, como regalo, pidió volver a su tierra. Y ahí estaba, llorando de alegría», dijo.
¿Literatura o realidad?
Santiago reconoció estar «abrumado» por el éxito del tuit. Y como siempre ocurre en Twitter, el gran éxito conlleva que no tardaran en acusarle de que se lo había inventado todo para conseguir likes.
«Entiendo que la gente pueda pensar eso, pero en ningún momento me he sentido ofendido. Es más, había críticas muy graciosas. Ya sabes a lo que te expones. Si publicas algo estás abierto a que te critiquen», explicó.
Santiago cree que se debe a que estamos demasiado acostumbrados a ver «noticias negativas y nos olvidamos de que sigue habiendo cosas bonitas, historias sencillas». ¿Qué opinas tú?