Era una intervención sencilla, pero acabó en tragedia.
Un niño de siete años ha muerto tras acudir al dentista. La familia del menor había reportado un fuerte dolor en su muela, por lo que decidieron llevarlo a una clínica bucal. Allí, una odontóloga le proporcionó anestesia para tratarlo. Durante la administración de la anestesia, el niño dejó de respirar sin que la profesional se percatase.
Su padre, alarmado, decidió trasladarlo a un hospital de la zona para intentar reanimarlo. A pesar de los esfuerzos de los médicos y enfermeras, el pequeño terminó falleciendo. Esto ha llevado a la Fiscalía General a emitir una orden de registro de la clínica dental y del domicilio de la dentista.
Tras este registro, los agentes encontraron varias carpetas y documentos que podrían probar la acusación a la profesional. Por lo tanto, la mujer fue detenida y presentada ante el órgano jurisdiccional. Según El Comercio, la odontóloga se enfrenta a una condena de entre 7 y 10 años.
Esta trágica noticia ha conmocionado a la comunidad. La muerte de un niño de tan solo siete años de edad debe ser una llamada de atención para todos los involucrados. La profesional acusada deberá rendir cuentas por su accionar ante los órganos jurisdiccionales de la colonia mexicana de Santa María Magdalena.
Los riesgos existen en la odontología, aunque son pequeños.
Los peligros de ir al dentista son más comunes de lo que la gente piensa. La mayoría de las personas entienden que los tratamientos dentales pueden ser desagradables, pero la mayoría de ellos también implican ciertos riesgos para la salud. Si bien hay muchas cosas que el dentista puede hacer para reducir el riesgo de complicaciones, es importante conocer los factores que pueden aumentar el riesgo.
Primero, algunos procedimientos dentales son más invasivos que otros. Por ejemplo, una cirugía de la boca puede ser más riesgosa que una limpieza profunda. Si bien los tratamientos de limpieza profunda suelen ser seguros, los procedimientos quirúrgicos pueden aumentar el riesgo de infección y dolor. Además, algunos procedimientos pueden requerir anestesia general, lo que también aumenta el riesgo.
En segundo lugar, algunas personas son más susceptibles a desarrollar complicaciones que otras. Por ejemplo, las personas con problemas cardíacos, pulmonares o inmunitarios tienen un mayor riesgo de complicaciones. Además, algunos medicamentos, como los anticoagulantes, también aumentan el riesgo de complicaciones.
Finalmente, es importante tener en cuenta que los tratamientos dentales pueden ser desagradables. Algunas personas pueden experimentar dolor durante y después del procedimiento. Si bien el dolor no es una complicación real, puede ser muy desagradable.
Es importante que todos los pacientes sepan los riesgos asociados con los tratamientos dentales. Los dentistas generalmente realizan una evaluación completa para determinar el mejor tratamiento y minimizar el riesgo de complicaciones. Sin embargo, es importante que los pacientes sean conscientes de los riesgos y hablen con el dentista sobre cualquier preocupación que tengan.