Aless Lequio revela en su libro cómo se preparó para morir: «Lo más extraño que he sentido en mi vida»

Anuncios

Impactantes palabras del fallecido.

Después de una larga espera, por fin se ha desvelado el contenido de las páginas que Aless Lequio redactó en sus últimos días de vida y que su madre, Ana Obregón, se encargó de completar para dar forma a un libro. Se trata de ‘El chico de las musarañas’, una obra que recoge las reflexiones más íntimas y profundas del joven empresario, que falleció a causa de un cáncer.

Anuncios

En los capítulos que llevan su firma, Aless Lequio nos abre su corazón y nos revela cómo veía la relación entre sus padres, Ana Obregón y Alessandro Lequio. También nos comparte una emotiva carta dedicada al amor de su vida que nunca llegó a conocer. Pero sin duda, lo más impactante y conmovedor de su testimonio es el texto en el que describe cómo se enfrentó al hecho de saber que le quedaba poco tiempo de vida.

Bajo el epígrafe ‘Empatía: la magia de existir’, el joven hace una extensa reflexión sobre el significado de la tristeza y cómo esta le llevó a aceptar la muerte como una transición. “Hay algo que va más allá de cualquier sensación que nace y muere en nuestro interior. Son sensaciones que absorbes, te poseen y llenan de energía, de vida, te preparan para una transición. Eso es, la muerte no es más que una transición”, escribe.

Anuncios

“Todavía quedaba la última batalla, la batalla de mi vida”.

Aless Lequio compara estas sensaciones con “la preparación del cuerpo humano que precede un parto”. Sensaciones “inquietantemente tranquilizadoras y lúcidas, sensaciones que te dejan inmóvil, y si quieres, te lanzan fuera del cuerpo”. Según sus propias palabras, se trata de algo que surge “sin saber muy bien cómo ni por qué, pero percibes algo, algo superior”.

Anuncios

Aless Lequio afrontó el último desafío de su vida, el más duro y decisivo, pero también el que le hizo experimentar el amor más puro y universal. “Todavía quedaba la última batalla, la batalla de mi vida, pero creo que el cuerpo es sabio y te prepara para todo, incluso la muerte. Es lo más extraño que he sentido en mi vida. Es amor ciego, incondicional, sin prejuicios, amor puro, universal (…)”, escribe.

Y añade: “Los sentidos dejan de cobrar protagonismo y empiezas a percibir las cosas a través de su energía, absorbiéndola, compartiéndola, disfrutándola. Un fenómeno que da miedo, porque todo lo desconocido da miedo, pero no deja de reconfirmar una verdad universal que muchos desconocemos”.

Anuncios

La reacción de Ana Obregón al descubrir el texto.

Ana Obregón descubrió este texto al revisar el ordenador personal de su hijo tras su fallecimiento. Al leer sus palabras, sintió un dolor inmenso y un llanto inconsolable. “Las lágrimas corrieron sin piedad por mi rostro, abundantemente, como si el alma se licuara sin freno”, confiesa. Se dio cuenta de que su hijo ya se había resignado a la muerte y se había preparado para ella, mientras ella aún albergaba esperanzas de una curación. Por eso le pide perdón.

Anuncios