Algunos científicos predicen que a mediados del siglo XXI en nuestro planeta se acumularán 3 500 millones de toneladas de basura, o sea, un 70% más de lo que hay actualmente. Por ese motivo, ya hay personas en todo el mundo viviendo según el principio de “cero residuos” o “cero basura”.
Sorprendentemente, hay gente capaz de no producir más desechos por año de los que caben en una lata de café. Gente que encuentra un uso digno a cualquier cosa que otra persona tiraría.
“Hago toallas sanitarias de tela con ropa vieja. Son mucho más efectivas de lo que la mayoría de las chicas piensa. Además, se pueden lavar”
“Uso las facturas viejas, las páginas garabateadas de cuadernos y los volantes del buzón como material de embalaje”
“Convertimos una lámpara vieja en una maceta para la enredadera. Ventaja adicional: ahora el gato no alcanza la planta”
Un paraguas roto se convirtió en una bolsa de compras reutilizable
“Corté las cajas en pedazos y las pegué juntas. Ahora el gato tiene un nuevo rascador”
“Cuando se deshaga de un lado, simplemente cortaré unos centímetros de cartón rasgado o pondré el rascador del otro lado”.
“Tenía un trozo innecesario de piel tirado por ahí, decidí convertirlo en algo. Me salió un monedero así”
“Papá encuentra constantemente en el trabajo clips en los bolsillos de sus empleados. Modifiqué algunos de ellos: hice perchas para ropa de muñecas. Se las regalaré a mi prima”
“Hago máscaras y pinturas de diferentes bagatelas que encuentro por ahí. Por ejemplo, de viejos juguetes de plástico para niños”
“Descubrí que cada dos semanas compro toallitas de limpieza nuevas. Bueno, 1 toalla vieja, unas pocas horas de tiempo, y ¡ahorré dinero y ayudé al planeta!”
“Mi funda para los pinceles se arruinó cuando derramé esmalte de uñas sobre ella. Así que hice una nueva de una cortina vieja de la abuela”
“Hice un montón de pulseras con cinturones de cuero viejos”
Todo esto está hecho de tapas de frascos de medicamentos
“No tires los restos de las cebollas de verdeo. Plántalos y crecerán”
“Solo son unos zapatos en los que crecen flores en mi jardín”
“Nunca tiro los desechos de la máquina de café. Los pongo en una caja, luego los mezclo con aceites (generalmente de oliva y coco), y obtengo un exfoliante natural”
“Mi gorro favorito, que cosí de un suéter encogido, que también una vez fue mi favorito”
Sin embargo, a veces nuestro deseo de ahorrar dinero y ayudar al planeta puede volverse contra nosotros…
“Me acabo de enterar de que muchas personas venden tampones de punto reutilizables en Internet”
Y tú, ¿tienes tus propios ejemplos de cómo darle una segunda vida a las cosas?