Muchos niños aprenden a leer a los 6 o 7 años. Pero con 8 años, la hija del profesor Robert McNees es incapaz de vivir sin ello. De hecho, usa la literatura como modo de rebelarse contra el sistema. O eso es lo que ella cree.
A la joven le gusta leer después de su hora de dormir, bajo las sábanas, con una linterna. Está haciendo algo “prohibido” y disfrutando de una buena historia. Sin embargo, las dos cosas son parte del plan maestro de su padre.
“Es extrovertida, curiosa y un poco salvaje. Le gusta charlar con sus amigos, jugar a Minecraft y ver la tele. Como la mayoría de niños de su edad, se distrae, pero si algo llama su atención, es como un láser. Le encanta hacer cosas, a veces se mete en su cuarto y aparece horas después con un libro de recetas escrito a mano o una casa de muñecas hecha con cajas de cartón,” cuenta McNees sobre su hija.
“Leemos mucho, con ella y por nuestra cuenta, así que siempre hay libros alrededor. Su madre es escritora, lo que creo que ha contribuido a su curiosidad sobre leer. Cuando tuvo que explicar un libro en clase, el primero fue “Boxcar children”, escribo por su madre. Estaba muy orgullosa.”
“No sé cómo aprendió a leer, fue como si ocurriera por osmosis. Cogía libros, a veces pedía ayuda con palabras y yo hacía líneas en la página con el dedo cuando le leía.”
Otros padres comenzaron a compartir sus propias historias similares en reacción al divertido tuit.
“Buena parte del crédito por su afición se lo debemos a su abuela, que tiene buen ojo para esto, y nos ha enviado más libros de los que puedo contar, todos ellos maravillosos.”
“Desde que comenzó la pandemia en Marzo, está leyendo Harry Potter. Se ha leído los tomos 3, 4 y 5. Comenzamos leyéndolos juntos, un episodio cada noche. Pero luego se iba a la cama con el libro bajo el brazo y por la mañana llevaba ya 3 o 4 capítulos más. Así que al final la dejé leer ella sola. Ahora estamos leyendo juntos el 6º, porque la historia es más oscura y quiero hablarle de ello según ocurre. Leemos 1 o 2 capítulos antes de dormir y luego saca su linterna y revisa alguno de los tomos anteriores.”
“Hace poco leyó con su madre “Un pliegue en el tiempo”, también Ada Twist, “Los cretinos” de Roald Dahl, algunas historias del Rey Arturo y unos cuantos cómics. También tiene algunas colecciones de disney.”
“Algunos de los tuits que me respondieron eran de apreciación, o gente que se acababa de dar cuenta de que sus padres hicieron lo mismo por ellos. Es bonito ver a los lectores recordar cómo se apañaban en su niñez. Mi favorito es el que se mete debajo de la cama para leer sin ser visto junto a una lamparita.”
Y tú, ¿puedes recomendar algún truco para que los más pequeños se aficionen a la lectura?