Vanessa García, la mujer que se ha casado consigo misma en España: «Me reafirmo como persona que tiene amor propio»

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Una celebración sin igual.

“Fue como lo tenía en mente, pero todavía más maravilloso. Fue la boda perfecta”. Con estas palabras, Vanessa García describía la ceremonia de su matrimonio consigo misma, un evento singular de ‘sologamia’ que se celebró en el Hotel Villa de Gijón 1907 durante la mañana de este sábado. En un entorno que combinaba la elegancia del lugar con el simbolismo profundo de la autoaceptación, Vanessa se comprometió a amarse y respetarse por encima de todo.

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Vestida con un vibrante traje rojo y sosteniendo un ramo de flores, Vanessa caminó con determinación y emoción hacia el altar. Sus amigos y seres queridos la observaban con admiración mientras Teresa Estay, la maestra de ceremonias, esperaba para formalizar este compromiso tan único. “Estoy más que feliz, feliz al cuadrado”, exclamó Vanessa, reflejando en su rostro la alegría de este significativo momento.

El ambiente en el salón del hotel, rodeado de amplias cristaleras que mostraban un día lluvioso, contrastaba fuertemente con la calidez y la alegría que reinaban en el interior. Los asistentes compartían la emoción del momento. “Estoy muy contento. Me parece muy valiente poder celebrar con todos nosotros este evento tan inusual para nuestra cultura”, expresó Julio Díaz, uno de los invitados. Daniel Suárez, otro asistente, añadió: “Ha sido un evento muy especial y diferente a todo lo demás”.

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Un ritual de amor propio.

La ceremonia comenzó con el sonido resonante de un cuenco tibetano, tocado por Teresa Estay, quien luego ofreció unas emotivas palabras: “Gracias por haber tomado esta decisión de amarte a ti misma, que es para toda la vida. Nadie más que tú sabe las cosas por las que has tenido que pasar para llegar al día de hoy. El presente es un regalo que hay que disfrutar en cada momento y tú lo haces con creces”. Estas palabras resonaron profundamente entre los asistentes, quienes compartían la alegría y el apoyo hacia Vanessa.

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Vanessa, conmovida y llena de gratitud, leyó sus votos con la voz firme y llena de emoción, agradeciendo a todos por su presencia en este día tan significativo. “Esta fecha marcará un antes y un después, ya que hoy decido comprometerme más que nunca conmigo misma, porque para que te traten con respeto, primero te tienes que amar y respetar tú misma”, expresó con convicción. Sus votos culminaron con un apasionado “¡viva el amor!”, un grito de celebración que encapsulaba el espíritu de la jornada.

El momento culminante llegó cuando Vanessa se puso el anillo, un símbolo de su compromiso con ella misma, acompañado de una pulsera obsequiada por Teresa Estay “de parte de toda la ceremonia”. Este acto fue el cierre perfecto para una ceremonia llena de simbolismo y amor propio.

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Reflexiones de una protagonista.

La boda, según Vanessa, fue “muy emotiva”. Para ella, ver a sus seres queridos, amigos y familiares presentes, añadió un valor incalculable a la ceremonia, simbolizando el amor y el apoyo incondicional que ha recibido. “Ver a mis seres queridos, amigos y familiares fue un granito más de arena de ese amor y ese apoyo incondicional. Para mí el amor propio es la fuerza más poderosa. Si tengo que resumirlo, para mí, el amor lo es todo”, expresó con emoción.

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Vanessa concluyó con una reflexión sobre la importancia de vivir el presente y disfrutar cada momento. “Siempre digo ‘carpe diem’, que es un poquitín ese disfrute, ese aprovechar el día. Mientras estemos vivos, hagamos lo que sintamos”, compartió, encapsulando la esencia de su filosofía de vida. La ceremonia de Vanessa no solo celebró su compromiso consigo misma, sino que también inspiró a todos los presentes a valorar y celebrar el amor propio en sus vidas.

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