Unos padres dejan sola a su bebé de 16 días al sol en plena playa y se salva por lo que hicieron unos bañistas

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En un caluroso día de verano en Cortellazzo, localidad de la provincia de Venecia, Italia, tres jóvenes jugadores de rugby se convirtieron en héroes al rescatar a una bebé de tan solo 16 días que presentaba graves quemaduras. Pierpaolo Serena, Alvise Bavaresco y Dennis Silva demostraron que la rapidez y el coraje pueden marcar la diferencia en momentos críticos.

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La emergencia comenzó cuando dos mujeres alertaron a los deportistas sobre una recién nacida que sufría lesiones que amenazaban su vida. La intervención inmediata de los jóvenes resultaría determinante para el desenlace de esta dramática situación.

Una reacción inmediata y decisiva

Pierpaolo, médico del club Omar Villorba Rugby y estudiante de medicina deportiva, identificó en segundos la gravedad del cuadro. La pequeña presentaba quemaduras en el pecho, el rostro y el tórax, además de un notable edema en los párpados, signos claros de una condición crítica que exigía atención médica urgente.

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El auxilio no fue sencillo debido a la barrera idiomática: los padres, procedentes de Europa del Este, no podían comunicarse en italiano ni en inglés. La madre, presa del miedo, intentaba apartarse, lo que aumentaba el peligro para la niña.

Perseverancia en un momento clave

A pesar de la confusión, los rugbistas no se rindieron. Dennis, mostrando gran determinación, siguió a la madre durante casi un kilómetro para lograr que se avisara a las autoridades. Su insistencia, precisamente en el día de su cumpleaños, fue decisiva para que los servicios de emergencia pudieran intervenir.

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La bebé fue trasladada inicialmente al Hospital de San Donà y, más tarde, al de Padua, donde recibió atención especializada. Los paramédicos confirmaron que la actuación de los jóvenes había sido vital para salvarle la vida.

Testimonios y reconocimiento

«Si la pequeña hubiera pasado otra noche en esas condiciones, podría haber muerto», advirtió Pierpaolo, reflejando la extrema gravedad de lo ocurrido. No obstante, su humildad quedó patente al añadir: «No siento que haya hecho algo extraordinario. Simplemente he cumplido con mi deber profesional y cívico».

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El presidente del club de rugby también subrayó la importancia de valorar y reconocer gestos como este, que son un ejemplo de solidaridad y compromiso con la comunidad.

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