Noche de reencuentros inesperados
Entre las citas de la noche, destacó la de Rafaela y Jesús, ambos originarios de Badajoz. Rafaela, de 60 años, fue la primera en llegar al restaurante, con la esperanza de encontrar a alguien afín a su estilo de vida. Jesús, de 58, llegó con intenciones claras y una sorpresa inesperada.
Reconocimiento mutuo
Al encontrarse, ambos expresaron reconocerse, aunque no recordaban de dónde. Rafaela pensó en Córdoba, mientras que Jesús la asociaba con Benalmádena. Frente a las cámaras, Jesús admitió encontrar a Rafaela muy atractiva y familiar, aunque no podía precisar el origen de su conocimiento previo.
Descubrimiento y decisión final
La conversación en la mesa reveló la conexión: «¿Trabajas en una asesoría? Ya sé de qué te conozco. Mi ex es Julia», comentó Jesús. «No conocemos de que trabaja en un despacho que hace las gestiones de un negocio familiar. A la que más conoce es a mi exmujer», explicó el soltero.
A pesar de la buena impresión inicial, Jesús decidió que no podía tener más que una amistad con alguien del entorno de su exmujer, marcando así una línea roja en su búsqueda del amor. «Nuestras circunstancias han quedado claras que no son para citas románticas (…) No puedo salir con nadie que sea del entorno de mi exmujer. Imposible. Es algo que para mí es una bandera roja», acabó reconociendo el soltero.