Una joven pasa años sin vida social, ahorra 200.000 euros y ahora se arrepiente: «No disfruté la vida»

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La obsesión por ahorrar que le costó la felicidad

Gwen Merz es una estadounidense que tenía un sueño: retirarse joven y vivir de sus ahorros. Para lograrlo, se impuso un estilo de vida extremadamente frugal, que le llevó a renunciar a casi todo: el ocio, los amigos, el amor, el trabajo.

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Durante cinco años de su vida, ahorró el 75% de su salario, que era de 65.000 dólares al año (unos 60.000 euros). Así consiguió acumular 200.000 dólares (184.500 euros) en su cuenta bancaria. La pregunta es, ¿valió la pena?

El precio de su sacrificio

Gwen se dio cuenta de que su obsesión por ahorrar le había hecho perder muchas cosas de la vida. No disfrutó de su juventud, ni de su tiempo libre, ni de las relaciones sociales. Se aisló de sus compañeros de trabajo, lo que le perjudicó profesionalmente.

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No encontró pareja, porque nadie compartía su particular visión de la vida. Se acabó sintiendo «miserable», como ella misma confesó en un artículo publicado en ‘Business Insider’.

Un necesario cambio de rumbo

Cuando tenía 28 años, Gwen cambió de trabajo y de mentalidad. Descubrió que le gustaba su nueva profesión como informática y que quería desarrollar una carrera en ese campo. También decidió gastar más en su ocio, sus amistades y su vida personal.

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Ahora Gwen tiene 33, está prometida, tiene casa propia y un trabajo que le encanta. Aunque sigue siendo ahorradora, no lo hace a costa de su felicidad. Ha aprendido la lección: el dinero no lo es todo.

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