Su deterioro físico es cada día más evidente.
María Teresa Campos, la matriarca de 81 años, ha tenido que salir a dar la cara ante el escándalo desatado por la traición de Gustavo Guillermo, su chófer y mano derecha. El hombre, acusado de criticar a Carmen Borrego, Terelu Campos y Alejandra Rubio en «el chat de los traidores», ha suscitado una polémica que afecta directamente a la veterana periodista.
Su reciente paso por el hospital ha generado preocupación entre su familia y amigos, aunque Terelu ha confirmado en su blog de Lecturas que «todo estaba mejor de lo que en un principio creíamos». Sin embargo, su estado de salud no es el mejor: «Mi madre come poco y bebe poco, y nuestra obligación como hijas es tener un control de que todo esté bien», explicaba.
En Sálvame, Terelu ha explicado la situación de Gustavo en casa de María Teresa Campos, revelando que la periodista estaría pasando por una mala racha. «Sabéis que tenemos unas circunstancias de vida muy tristes, y en esa circunstancia de vida Gustavo es una persona absolutamente necesaria y que sufre muchísimo», contaba con cierto pesar.
A pesar de la polémica, Terelu ha querido dejar a un lado la traición y se ha mostrado comprensiva con el chófer. «No hay que juzgar a nadie, todos estamos en la misma situación y todos estamos sufriendo», sentenciaba.
A pesar de que Terelu ha decidido no desvelar más información sobre la situación actual en su hogar, ha afirmado que no es un momento fácil. «Cuando quieres a alguien, sobre todo si no habéis mantenido una relación de jefe a empleado, sino algo más profundo, como si fuerais familia o cómplices… eso cambia la situación», explicaba dejando claro que a pesar del dolor que le ha producido la decepción, sigue teniendo un cariño especial hacia Gustavo. «No me genera ningún miedo», confesaba, aunque también tiene muy claro que «ahora mismo mi deber como hija es cerrar filas».