El eterno dilema del sobre: ¿cuánto hay que dar de regalo en una boda?
Recibir una invitación de boda puede ser una alegría… o un quebradero de cabeza para la economía doméstica. Porque, más allá del traje o del desplazamiento, la pregunta siempre es la misma: ¿cuánto dinero meter en el sobre?
Eso mismo planteó un seguidor de La pizarra de Andrés, un canal de TikTok especializado en educación financiera y economía familiar. Su consulta era clara: qué cantidad es “aceptable” regalar para no parecer tacaño.
El veredicto del economista: 150 euros por persona
Andrés, conocido por su tono didáctico y directo, respondió sin rodeos:
“Históricamente, que me corrija alguien si me equivoco, se dan como 150 euros por comensal”, afirmó.
El experto recordó además que esa cifra ni siquiera cubre el cubierto en la mayoría de los casos, aunque matizó con cierta ironía que todo “depende también de la calidad de la boda.”
Del consejo práctico a la crítica feroz
Lo que comenzó como un simple cálculo acabó en una reflexión mucho más dura sobre el sistema económico que rodea a los enlaces matrimoniales:
“Se prueba una vez más toda la riqueza que destruyen las bodas. La misma riqueza que se destruye a nivel personal y que se acaban metiendo otros en el bolsillo.”
Y cuando parecía que el vídeo ya no podía ser más ácido, Andrés lanzó una frase cargada de humor negro:
“Yo si fuera tú, me iba al baño con unos cordones, me colgaba de ahí y así evitas el sufrimiento lo antes posible.”
Los comentarios, un termómetro social
Las reacciones de los usuarios no tardaron en llegar, y el hilo de comentarios terminó siendo casi un estudio sociológico del bolsillo y del orgullo.
Algunos fueron pragmáticos:
“150 está bien, si da para cubrirlo guay, si no, no es tu problema.”
Otros se mostraron más realistas con el mercado actual:
“Ahora se da de 250 para arriba.”
También hubo quienes confesaron sus estrategias de supervivencia:
“Curiosamente cada vez que me invitan a una boda tengo un viaje.”
Y, entre tanto, surgieron reflexiones de fondo:
“¿Por qué iba a costear la boda de alguien que decide gastarse decenas de miles de euros en ello?”
¿Quién paga realmente la fiesta?
Entre la ironía y la queja, una conclusión quedó flotando: son los invitados quienes, con sus sobres, acaban financiando gran parte de la boda. Como resumía un comentario:
“Básicamente la boda la pagan los invitados con 250 por cabeza.”
El debate sigue abierto: ¿es un gesto de cariño, una obligación social o un peaje económico disfrazado de celebración?