«Sentí que le iba a pasar algo»: la premonitoria última foto del joven camarero fallecido en el incendio del restaurante de Madrid

Anuncios

Una cena que terminó en tragedia.

Una cena que, de la manera más inesperada, terminó en tragedia. Así se podría resumir lo que ocurrió la noche del viernes en el restaurante Burro Canaglia, un local de comida italiana situado en el centro de Madrid. Dos personas perdieron la vida y otras treinta resultaron heridas al declararse un incendio en el interior del establecimiento. El fuego se originó cuando un camarero estaba preparando una pizza flambeada, una de las delicias de la carta, y las llamas se extendieron por las plantas artificiales que colgaban del techo y las paredes.

Las víctimas mortales son una mujer de 40 años que había ido a cenar con unos amigos y un joven de 25 años que trabajaba como camarero. Ambos se hallaban en la mesa más próxima a la puerta de entrada, que quedó bloqueada por el fuego. Los demás clientes y empleados pudieron salir por una ventana trasera o por el hueco del ascensor.

Anuncios

Han fallecido una comensal de 40 años y un camarero de 25.

La mujer fallecida era una ejecutiva de una empresa financiera que había decidido relajarse con una cena italiana después de una semana intensa de trabajo. Tenía dos hijos pequeños y estaba casada con un conocido empresario. Su familia ha expresado su dolor y su consternación por lo ocurrido y ha pedido que se respete su duelo.

El joven camarero se llamaba Julián y era un amante de la música. Había entrado a trabajar en el restaurante hacía solo una semana, con la esperanza de ganar algo de dinero mientras seguía su vocación musical. Era un chico simpático y trabajador que había hecho buenas migas con sus compañeros y sus jefes. Su muerte ha dejado un vacío enorme entre sus amigos y familiares.

Anuncios

El incendio ha sido considerado como accidental por las autoridades, que han iniciado una investigación para determinar las causas del mismo. Según los testigos, el camarero no realizó correctamente el procedimiento para flambear la pizza y provocó una chispa que incendió las plantas sintéticas que decoraban el local. Estas plantas eran muy inflamables y no cumplían con la normativa de seguridad contra incendios.

Anuncios

El restaurante Burro Canaglia era uno de los más famosos y solicitados de Madrid, con una clientela asidua que apreciaba su cocina italiana y su ambiente familiar. Sin embargo, el local tenía un serio problema: su pequeño tamaño le eximía de tener salidas de emergencia, lo que dificultó la evacuación de las personas que se encontraban dentro cuando se produjo el fuego.

Son seis los heridos que permanecen graves.

El local se convirtió en una ratonera para los clientes y los empleados que se encontraban allí. Algunos de ellos lograron refugiarse en el interior del establecimiento, mientras que otros quedaron atrapados en la puerta de entrada, que era la única salida posible. Otros optaron por esconderse en la cocina, agachándose y esperando a que llegara la ayuda. Pero las condiciones eran terribles para todos: el calor era insoportable y el humo era tóxico.

Anuncios

La rápida intervención de los Bomberos de Madrid, cuyo parque se encuentra a solo 300 metros del restaurante, evitó que el número de víctimas fuera mayor. Los bomberos llegaron en pocos minutos al lugar del suceso, pero tuvieron dificultades para rescatar a las personas que estaban dentro. “Fue muy crítico, había mucha gente muy mal”, ha declarado Carlos Marín, jefe de guardia de Bomberos de Madrid.

Ervigio Corral, directivo de guardia de Samur-Social, ha explicado que en una situación como esta, en la que las temperaturas superan los 150 grados y hay gases tóxicos como los derivados del cianuro, la presencia de los servicios de emergencia y rescate es vital para la supervivencia de las víctimas. “Si no hubieran llegado tan rápido, habrían muerto todas las personas que se encontraban dentro”, ha afirmado.

Anuncios

El suceso ha generado una gran polémica entre los vecinos y los clientes habituales del restaurante, que han exigido responsabilidades a los propietarios y a las autoridades competentes. Muchos se preguntan cómo es posible que un local tan reputado y exitoso no tuviera las medidas de seguridad adecuadas para evitar una tragedia como esta.

«Sentí que le iba a pasar algo».

Los medios han hablado con el padre destrozado por la muerte de su hijo en el incendio del restaurante. Su hijo, Julián, era un camarero de 25 años que había empezado a trabajar en el restaurante hacía solo una semana. Estaba muy contento con su nuevo trabajo y tenía muchas ilusiones por delante.

Anuncios

En una entrevista exclusiva con ‘Cuatro al Día’, su padre lo recuerda como un joven muy feliz que estaba en la flor de su vida. “Es una pena que se haya ido de esta manera cuando creo que se podría haber evitado”, dice con voz entrecortada. Quiere saber qué pasó exactamente en ese trágico incendio que se cobró la vida de Julián.

La familia del joven está pensando en denunciar lo ocurrido ante la justicia para averiguar si hubo una posible negligencia. Creen que si las plantas de plástico que cubrían el techo y las paredes del local estaban tan cerca de las mesas, era un riesgo innecesario que podía provocar una tragedia como esta.

“Estamos hechos polvo. Ya no le vamos a devolver la vida, pero que se intente hacer justicia para evitar que pase algo parecido”, reclama. La cadena de restaurantes Burro Canaglia, que cuenta con varios establecimientos en ocho provincias, tiene la misma decoración en sus locales como seña de identidad. Un diseño por el que la cadena de restaurantes fue premiado.

El padre de Julián no solo quiere saber qué provocó el incendio que mató a su hijo en el restaurante Burro Canaglia, un local de comida italiana situado en el centro de Madrid, la noche del pasado viernes. También quiere saber si el establecimiento cumplía con todos los requisitos legales. La vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís ha asegurado este domingo que el restaurante tenía licencia para cocina y que, según ha informado en unas declaraciones recogidas por Europa Press, en 1997 hubo un cambio de titularidad del restaurante pero que “la licencia se mantiene”.

Pero muchos se cuestionan cómo es posible que un restaurante donde se preparan platos flambeados pueda tener colgando del techo una maraña de vegetación artificial que pudo favorecer que las llamas se propagaran “en cuestión de segundos” por todo el local, como relataron varios testigos. Tampoco entienden por qué no había ninguna salida de emergencia, aunque lo cierto es que la normativa vigente no lo obliga para un local de este tamaño.

La última foto de Julián.

Julián era un joven con un gran talento musical. Bajo el nombre artístico de Jay Robles, era cantante y compositor. Hacía temas con ritmos urbanos y una mezcla de rap, trap y reggaetton. Sus canciones se podían escuchar en las principales plataformas musicales y tenía más de 2.500 oyentes mensuales en su perfil de Spotify.

Julián nació en Benidorm, pero en 2020 se trasladó a Madrid y decidió quedarse en la capital para intentar triunfar en el mundo de la música. Mientras tanto, combinaba su carrera artística con varios trabajos con los que poder sostenerse y costearse el material para seguir creciendo en su carrera musical.

El chico se presentó al casting del programa ‘Operación Triunfo 2020’ y llegó a la fase final. Durante su paso por las distintas etapas del casting, el joven se definía como una persona “muy sociable y que se deja fluir”. Fue uno de los favoritos del jurado, pero su perfil no encajaba con el formato de televisión. También quedó finalista en el concurso ‘Vodafone yu Music Talent’.

El viernes por la tarde, horas antes del trágico incendio, su tío pasó por el restaurante para saludar a su sobrino. Como si algo le hubiera impulsado a ir a verle a su lugar de trabajo. El joven salió del local para recibir a su tío y un amigo, y les pidió que le hicieran una foto, sin saber lo que iba a ocurrir esa noche. Se la enviaron por WhatsApp a su padre, quien conmocionado confiesa que se quedó sorprendido al verla porque tuvo una premonición: “Sentí que le iba a pasar algo”.