Un tímido galán y una cita fallida: así fue el desencuentro entre Óscar y Sonia en ‘First Dates’
La velada prometía desde el principio una mezcla de sinceridad, timidez y expectativas poco alineadas. Óscar, un madrileño que se definió como una persona callada y reservada, se presentó en el programa de citas ‘First Dates’ con una confesión que rápidamente dejó entrever su carácter introspectivo: «Sé que soy guapo, pero no me lo acabo de creer, pero en mi interior me digo que sí debo de creérmelo porque lo soy. Pero es que soy muy tímido y callado», expresó con cierta inseguridad.
Un «no partidazo» con un pasado complicado en apps de citas
Carlos Sobera, el veterano presentador del espacio, quiso saber si a Óscar le iba bien en el terreno amoroso. La respuesta fue tan honesta como desalentadora: «No soy un partidazo porque no sé venderme y no acabo de llegar a las chicas. Me cuesta un poco de trabajo. Es que necesito iniciar una conversación y que me conozcan para que se fijen en mí», comentó.
Óscar además reveló que evita las aplicaciones para ligar, una decisión marcada por una mala experiencia personal: «Tuve una mala experiencia con una chica que me estafó 2.600 euros». Esta confesión dejó perplejo a Sobera y marcó un punto de inflexión en la presentación del participante.
Sin técnicas, pero con conversaciones indirectas
Al hablar sobre su manera de conquistar, Óscar no dudó en admitir que no tiene una estrategia clara: «No tengo ninguna técnica para poner a alguien mirando para Cuenca. Simplemente, inicio la conversación y acabo desviando el tema a ciertos aspectos. A veces, funciona», explicó con naturalidad.
Una primera impresión con diferencias marcadas
Sonia, su cita de la noche, se describió como alguien humilde: «No me gusta echarme flores a mí misma. Que hablen bien de mí, los demás». Sin embargo, al ver por primera vez a Óscar, no tuvo reparos en expresar su falta de atracción: «No es guapito…», soltó sin rodeos.
El contraste fue evidente desde el principio. Mientras Sonia no encontró a Óscar físicamente atractivo, él opinó con cierta condescendencia: «Me ha parecido una chica interesante, no extremadamente atractiva, pero tampoco del montón».
Una cena con poco en común
La conversación en la mesa no mejoró las cosas. Óscar reveló que había dejado su trabajo como gestor bancario recientemente, lo cual generó una reacción negativa en Sonia: «No me gusta una persona que está en el paro. Si tengo una pareja es para estar mejor, no para estar peor», afirmó de manera tajante.
El tema de los hobbies también dejó claras las diferencias. Sonia compartió su pasión por el deporte y el gimnasio, mientras que Óscar confesó que prefería el cine: «Está bien que a los dos nos guste el cine. Pero no que no vaya al gimnasio porque mi tiempo libre lo dedico a eso», comentó ella, dejando entrever cierta decepción.
Comentarios desafortunados y nula química
En un momento dado, Óscar intentó justificar su inseguridad con una reflexión: «Sé que soy guapo, pero que no sabía sacarse partido», lo que provocó la risa de Sonia, quien sin tapujos respondió: «No me ha parecido guapo».
Lejos de dejarlo pasar, el madrileño contraatacó con un comentario muy cuestionable: «Está un poco rellenita. Con un poco de ejercicio se puede arreglar». Una afirmación que reflejó no solo su torpeza social, sino también una falta de tacto que hizo aún más evidente la falta de conexión entre ambos.
Una cita sin futuro
Conforme avanzaba la noche, la incompatibilidad se hizo cada vez más evidente. Óscar notó que él era quien llevaba el peso de la conversación: «En el segundo plato he visto que yo era el que iniciaba la conversación. Ella no me mostraba el interés suficiente que yo buscaba», comentó con resignación.
Al final de la cita, el madrileño expresó sus dudas: «He notado que he tenido que iniciar yo la conversación. Me da la sensación de que no quiere tener una segunda cita, pero si ella lo desea… Yo no lo acabo de ver, pero depende todo de Sonia».
Sonia fue contundente y cerró cualquier posibilidad: «Me quedaba callada porque estaba comiendo. No me gustaría tener más citas porque no entra dentro de mis prototipos».
Conclusión: entre sinceridad y torpeza, una cita que no funcionó
Lo que parecía una oportunidad para conocerse terminó en un claro desencuentro. Las diferencias personales, las expectativas opuestas y los comentarios fuera de lugar hicieron que esta cena en ‘First Dates’ quedara muy lejos del romance. Una velada que dejó claro que la primera impresión y el respeto mutuo siguen siendo claves cuando se trata de buscar pareja.