‘First Dates’ sigue sorprendiendo a sus espectadores.
‘First Dates’ es uno de los programas más exitosos y longevos de la televisión española. Desde su estreno en 2016, el espacio presentado por Carlos Sobera ha acompañado a miles de solteros y solteras en su búsqueda del amor, ofreciendo una ventana a la diversidad y la realidad social de nuestro país. Cada noche, el restaurante más famoso de la pequeña pantalla abre sus puertas para recibir a parejas que se conocen por primera vez y que comparten una cena llena de nervios, risas, sorpresas y, a veces, chispas.
El programa no solo entretiene a los espectadores con las historias de amor y desamor de sus protagonistas, sino que también les educa y les sensibiliza sobre temas como la diversidad funcional, sexual o racial.
‘First Dates’ se ha convertido en una plataforma de visibilidad y normalización para personas con discapacidad, colectivos LGTBIQ+, minorías étnicas o culturales, entre otros. El programa ha mostrado citas entre personas sordas, ciegas, con síndrome de Down, con VIH, con diversidad de género o de orientación sexual, con diferentes creencias religiosas o políticas, etc.
Además, ‘First Dates’ ha logrado crear una comunidad fiel y participativa que sigue el programa a través de las redes sociales y que interactúa con los protagonistas y el equipo. El programa cuenta con más de un millón de seguidores en Twitter y más de 600 mil en Instagram, donde comparte vídeos, fotos y encuestas sobre las citas. El programa también tiene un canal de YouTube donde se pueden ver los mejores momentos y las citas completas. Así, ‘First Dates’ se ha consolidado como un fenómeno televisivo que sigue sorprendiendo y emocionando a los espectadores después de cinco años en antena.
«Se parece a…»
El amor no siempre surge a primera vista, y si no que se lo digan a Lola, una de las participantes del programa ‘First Dates’ de Cuatro. La soltera acudió al famoso restaurante presentado por Carlos Sobera con la ilusión de encontrar a su media naranja, pero se llevó una gran decepción al ver a su cita, Jesús, un aficionado al fútbol que trabaja como directivo en un club de primera preferente.
Nada más verlo, Lola sintió que no había química entre ellos y así lo manifestó ante las cámaras del programa. “Dolores, este no es para ti”, se dijo a sí misma. “No va nada conmigo, nada. A mi me recuerda a Filemón, el de la viñetas de cómic, pero más gordito”, añadió con humor, haciendo referencia al personaje creado por Francisco Ibáñez.
Jesús, en cambio, sí que se sintió atraído por Lola y trató de romper el hielo con ella durante la cena. Le preguntó por sus gustos, sus aficiones, su trabajo y su familia, pero no consiguió despertar el interés de la soltera, que se mostró distante y aburrida. Lola confesó que no le gustaba el fútbol, que no tenía hijos ni quería tenerlos y que buscaba a un hombre que “con poco se pueda conformar”.
La cita fue un auténtico fracaso y así quedó reflejado en la decisión final de los protagonistas. Jesús se mostró dispuesto a darle una segunda oportunidad a Lola y le propuso seguir viéndose como pareja. Sin embargo, Lola fue tajante y rechazó su oferta. “No me ha gustado nada, no hemos conectado”, dijo la soltera. Eso sí, le ofreció su amistad y le dio un abrazo de despedida. Jesús aceptó el gesto con resignación y se marchó del restaurante con las manos vacías.