La metamorfosis de Rocío Flores
Rocío Flores ha sorprendido a todos con su radical cambio físico en los últimos años. La hija de Rocío Carrasco y Antonio David Flores ha pasado de ser una adolescente con sobrepeso a una influencer que cuida al máximo su imagen y se somete a diversos tratamientos y retoques estéticos. Su participación en Supervivientes fue el punto de inflexión para empezar a perder kilos y ganar confianza en sí misma.
Los secretos de su transformación
La nieta de Rocío Jurado ha confesado que es muy exigente con su aspecto y que tenía muchas ganas de operarse el pecho y hacerse una lipoescultura, dos intervenciones que se realizó hace un año. Además, se ha retocado la nariz, los labios y la frente con ácido hialurónico y bótox, y se ha hecho una bichectomia para afinar su rostro. También ha cambiado su alimentación, siguiendo los consejos de su carrera de Nutrición y Dietética, y se ha aficionado al deporte.
Un estilo renovado
No solo su cuerpo y su cara han cambiado, sino también su forma de vestir, peinarse y maquillarse. Rocío Flores ha dejado atrás los looks informales y juveniles para apostar por prendas más sofisticadas y elegantes, que resaltan sus curvas y su belleza. Su melena rubia, sus cejas pobladas, sus uñas cuidadas y su piel luminosa son algunos de los rasgos que definen su nuevo estilo.
¿Se ha pasado de la raya?
Aunque Rocío Flores está muy contenta con su nueva imagen, lo cierto es que muchos de sus seguidores le han advertido de que no se obsesione con los retoques y que no pierda su esencia. Su última foto en Instagram ha hecho saltar todas las alarmas, ya que se la ve con unos labios muy abultados y una expresión poco natural. ¿Se habrá pasado de rosca con las operaciones?