Verónica Echegui, la actriz que encarnó la verdad en cada papel, muere a los 42 años
Verónica Echegui ha fallecido este domingo 24 de agosto en el Hospital 12 de Octubre de Madrid, donde llevaba ingresada desde finales de julio a causa de un cáncer. Tenía tan solo 42 años y deja tras de sí una carrera sólida, llena de sensibilidad, riesgo y verdad artística.
Conocida por muchos como «la Juani», gracias a su arrollador debut en la película de Bigas Luna Yo soy la Juani (2006), Echegui se convirtió desde entonces en una figura imprescindible del cine español.
Una serie que hablaba de la muerte… y que hoy resuena con fuerza
Su última aparición en pantalla fue en la serie A muerte, de Dani de la Orden, estrenada en Apple TV+ el pasado febrero. Allí interpretaba a Marta, una mujer libre que se reencuentra con un amigo de la infancia que afronta una operación a vida o muerte.
Durante la promoción, dejó reflexiones ahora dolorosamente premonitorias. En una entrevista con Fotogramas decía: «Esta sociedad se ha esforzado mucho en que tengamos miedo a la muerte. No afrontamos la realidad de que todos vamos a morir».
También, en una conversación con La Vanguardia, añadió: «Me gustaría que quien la vea se plantee si realmente es feliz, si está viviendo la vida que desea, si está haciendo lo que de verdad quiere. Que despierte algo interno, que te empuje a vivir con más intensidad».
De la Juani al Goya: una carrera a golpe de talento
Verónica Fernández de Echegaray, su nombre completo, sabía desde niña que quería actuar. Estudió en la RESAD y comenzó su carrera en televisión con series como Cuéntame cómo pasó o Paco y Veva.
En 2006, Bigas Luna buscaba una joven con fuerza y vulnerabilidad. La encontró en Verónica. Su interpretación en Yo soy la Juani le valió una nominación al Goya y el Sant Jordi a mejor actriz española.
“Voy a ser actriz y que nadie lo dude porque lo conseguiré, que quede muy claro, porque yo soy la Juani”, decía su personaje. Una declaración de intenciones que Verónica cumplió con creces.
Reconocimientos, papeles memorables y valentía personal
La Academia la nominó cuatro veces más: como mejor actriz protagonista por El patio de mi cárcel (2009) y Katmandú (2012), como actriz de reparto por Explota, explota (2021), y como directora por el cortometraje Tótem loba (2022), con el que ganó el Goya.
En su discurso al recoger el premio, pidió públicamente a Pedro Sánchez que viera la obra con su familia. La historia era un reflejo de un trauma real que vivió en su adolescencia: dos agresiones sexuales. “El terror que pasé fue inmenso”, confesó.
Una actriz de registros infinitos
Echegui brilló tanto en drama como en comedia. Fue la inolvidable Sara Escribano en No culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas (2016) y volvió a trabajar con María Ripoll en Yo no soy esa (2024), donde interpretaba a una mujer que despierta tras 20 años en coma.
Trabajó con directores como Daniel Sánchez Arévalo (La gran familia española), Álex Pina (Kamikaze) o Cesc Gay (Historias para no contar). En televisión participó en Fortitude, Apaches, Paquita Salas, La catedral del mar, El inocente, Intimidad y Los pacientes del doctor García.
Una vida entre rodajes, campo y convicciones
Rechazaba la fama fácil y prefería dejarse guiar por su instinto. “Me gusta asumir riesgos y no me arrepiento de nada. Incluso cuando me salió mal, aprendí”.
Rodó en España y también en el extranjero, junto a grandes nombres como Donald Sutherland, Hillary Swank, Bruce Willis, Henry Cavill o Sigourney Weaver. Participó en producciones internacionales como Trust o La fría luz del día.
Amó profundamente la naturaleza. Vivía en el campo, donde encontraba equilibrio e inspiración. “El campo me aporta inspiración y tranquilidad”, decía.
Una mujer valiente y comprometida
Mantuvo una relación de 13 años con el actor Álex García, a quien conoció en el rodaje de Seis grados sobre Emma. La pareja se separó en 2023.
Su compromiso con las causas sociales era firme. Era feminista, activista y defensora del medio ambiente. Una mujer que no solo actuaba, sino que vivía de acuerdo a sus principios.
El adiós íntimo a una gran estrella
La capilla ardiente ha sido instalada en el Tanatorio de la Paz (Alcobendas), donde este martes será incinerada en una ceremonia íntima. Paco León, visiblemente afectado, ha declarado: “Es que no nos lo creemos”.
Un portavoz familiar ha pedido a los medios “discreción y respeto” en este momento tan delicado.
El mundo del cine y la cultura, devastado
Las reacciones no se han hecho esperar. El actor Miguel Ángel Muñoz expresó que se había quedado “de piedra”. Maribel Verdú escribió: “Joder Tana… Qué pena. Qué pronto”.
La directora Lucía Álvarez lamentó: “Verónica Echegui, te has ido muy, muy pronto y con mucho por hacer”. El dramaturgo José Padilla también declaró estar “en shock”.
Una estrella que brillará para siempre
Pedro Sánchez la recordó como “una actriz con un talento y una humildad enormes”. La ministra Pilar Alegría señaló que “nació una estrella con Yo soy la Juani y hoy se nos va con tanto por contar”.
Verónica Echegui deja un legado artístico y humano imborrable. Su ausencia será enorme, pero su presencia en el cine, en la lucha social y en los corazones del público permanecerá.
La Juani se fue. Pero Verónica se queda, eterna, en cada escena que nos regaló.