El futbolista parece haber perdido uno de los poco apoyos que le quedaban.
Joana Sanz habló con cierta valentía para defender a su marido, el futbolista Dani Alves, después de que éste fuera acusado de violación a una joven de 23 años en la discoteca Sutton de Barcelona. Ella sostuvo que conoce bien a su esposo y que es respetuoso, a pesar de que muchas mujeres se acercan con intenciones indiscretas cuando él está presente.
Además, la joven también emitió un comunicado pidiendo a los medios de comunicación que respetaran su privacidad, pues apenas comienza a procesar la reciente pérdida de su madre. En él, les suplicó a todos que mostraran empatía con el dolor ajeno, en lugar de buscar noticias para explotar.
«Yo sé quién es mi marido, yo sé cómo lo conocí y yo sé lo respetuoso que es, porque ni cuando me estaba conociendo me faltó al respeto. He visto muchas veces cómo mujeres se acercan al reservado, atrevidas, a intentar algo con mi marido en mi cara. Si lo hacen en mi presencia no me quiero imaginar cuando yo no estoy», aseguraba.
Joana parece haberse dado cuenta ahora de que su marido está acorralado al ver las pruebas que se van acumulando. Por eso, decidió eliminar de su perfil de Instagram todas las fotos que habían compartido, así como cualquier otro rastro.
Esto ha despertado una gran controversia, ya que muchos plantearon la pregunta de por qué había tomado esa decisión, dando lugar a numerosas especulaciones. Una colaboradora del programa «Ya es mediodía» afirmó que las imágenes no habían sido eliminadas, sino que habían sido archivadas para evitar los insultos y amenazas que recibía a través de ellas. ¿Vosotros qué pensáis?