Una cita con sorpresa en ‘First Dates’: de la DANA a la gran mentira
El programa ‘First Dates’ volvió a dejar a la audiencia boquiabierta con una de esas citas que parecen sacadas de un guion de comedia, pero que fueron completamente reales. Tino, un mecánico jubilado de Catarroja (Valencia), fue uno de los protagonistas de la última emisión y no precisamente por encontrar el amor.
«Lo pasé muy mal. Vivía solo y entró el agua en la planta baja. Me llegó el agua por el cuello, estuve gritando y dando golpes. Fue como una película de terror», relató Tino al recordar el episodio que marcó su vida: la DANA que asoló la Comunidad Valenciana hace casi un año. Aquel episodio le dejó con la casa destrozada, aunque poco a poco la ha ido reconstruyendo. «Me destrozó la casa, pero poco a poco la he arreglado. Y ahora ya la tengo», decía orgulloso.
Un jubilado con ganas de amor (y algo más)
Tino aseguraba estar preparado para dejar atrás décadas de soltería. Su deseo era encontrar una mujer con la que compartir su día a día y también su cama. «Quiero que tenga máximo 65 o 66 años porque me gusta el amor y la cama», confesaba sin tapujos ante las cámaras.
Para su cita, el programa le emparejó con Amparo, también de 65 años, auxiliar de enfermería y residente en Valencia. Amparo se describía como una mujer romántica, cariñosa y activa en la cama. Sin embargo, la primera impresión fue demoledora para ella. «Se parece a mi tío», soltó nada más verle, marcando lo que sería el tono de la cita.
Objetivos incompatibles y cero feeling
La conversación entre ambos pronto dejó claro que sus expectativas eran totalmente opuestas. «Busco una mujer hogareña que quiera convivir», explicó él. Amparo fue tajante: «Yo busco pareja, pero para convivir no, solo para salir». Ella no estaba dispuesta a compartir techo con alguien que no le generaba ningún tipo de atracción. «No es un hombre de mi gusto», zanjaba.
Durante la velada, compartieron aficiones y limitaciones. Mientras Amparo hablaba de su pasión por el senderismo, Tino admitía que «estoy operado de la cadera y ando lo que puedo». Esto solo confirmaba a Amparo lo que ya sospechaba: «Yo soy mayorcita, pero lo veo mayor para mí».
La gran revelación: «Tengo 82 años»
Y entonces llegó el momento más surrealista de la noche. Tino, sin pelos en la lengua, decidió confesar lo que nadie esperaba: «Tengo 82 años, pero dije que tenía 65 porque quiero una mujer más joven, porque si no, no me dan cama y yo quiero cama».
La reacción de Amparo fue instantánea: «A nivel sexual, no me atrae». La mentira sobre la edad fue el punto final de una cita que ya iba cuesta abajo.
Un final sin sorpresas
Mientras Tino aseguraba que se lo había pasado bien y que le gustaría seguir conociendo a Amparo fuera del programa, ella tenía las cosas muy claras. En la decisión final, no se anduvo con rodeos: «No quiero una segunda cita porque no me ha gustado».
Una cita que empezó con pocas expectativas, se llenó de decepciones y terminó con una verdad que lo cambió todo.