Una Noche de San Valentín con Sorpresas
En una noche especial dedicada al amor, Gaspar decidió vestirse con su pajarita roja, símbolo de su búsqueda del amor verdadero en el programa ‘First Dates’. A pesar de su historial de relaciones marcadas por el desamor y los celos, Gaspar mantiene la esperanza viva, afirmando que el amor verdadero convierte cada día en 14 de febrero. Su pasado, lleno de relaciones fallidas y un divorcio que data de hace 40 años, no ha mermado su espíritu romántico. Sin embargo, reveló un lado más polémico de su personalidad al admitir, por primera vez en público, su tendencia hacia la infidelidad, en una conversación franca con Carlos Sobera.
El Encanto y la Confesión de Gaspar
A la edad de 71 años, Gaspar presume de una vitalidad envidiable, afirmando ser capaz de mantener encuentros sexuales múltiples en una sola noche. Esta declaración captó la atención de Carlos Sobera, quien no pudo evitar notar la pajarita de Gaspar, presagiando una velada inolvidable para él en este Día de San Valentín.
La cita de Gaspar, Esther, se presentó como una mujer de fuerte personalidad y un estilo llamativo, destacando su chaqueta de origen africano y su predilección por mostrar sus piernas y pecho. La química inicial entre ambos fue palpable, con Gaspar quedando impresionado por la belleza y el estilo de Esther, y ella a su vez, atraída por su elegancia y sus ojos cautivadores.
Desafíos y Desencuentros
La conversación entre Esther y Gaspar tomó un giro cuando ella compartió su pasión por el trekking extremo, describiéndose a sí misma como alguien que se «come el mundo» y disfruta de los desafíos físicos. Gaspar, por otro lado, se mostró confundido y algo intimidado por la intensidad de Esther, admitiendo abiertamente su incapacidad para seguirle el ritmo en aventuras de alto riesgo, aunque no dudó en afirmar su vigor en el ámbito sexual. Esta discrepancia en sus intereses y capacidades señaló un posible desajuste en sus personalidades.
Encuentros Incómodos y Revelaciones
La cita tomó un giro aún más incómodo cuando Gaspar intentó impresionar a Esther con comentarios atrevidos sobre sus preferencias íntimas, los cuales ella encontró completamente fuera de lugar. Además, su deseo de encontrar a alguien similar a su madre solo sirvió para ahondar la brecha entre ellos.
A pesar de compartir un baile, ambos concluyeron que no había chispa alguna, algo que sorprendió a Gaspar, quien usualmente no se cohíbe de mostrar afecto. Finalmente, en un acto de sinceridad, Gaspar expresó su deseo de no continuar debido a sus diferencias, una decisión que Esther aceptó, reconociendo que tampoco deseaba verlo nuevamente.