La boda de ensueño que se convirtió en pesadilla
Hace 41 años, Isabel Pantoja y Paquirri se dieron el «sí, quiero» en una ceremonia que fue seguida por millones de españoles. La tonadillera y el torero formaban una de las parejas más mediáticas y admiradas del momento. Sin embargo, detrás de las cámaras, su matrimonio no era tan idílico como parecía.
Laura Cuevas, hija de los mayorales de Cantora, la finca donde vivían, ha sido testigo de la evolución de la relación. Cuevas ha visitado el programa Y ahora Sonsoles para contar algunos detalles desconocidos de la boda y el posterior matrimonio.
Los secretos de Cantora
Cuevas vivió en Cantora hasta los 23 años, junto a sus padres, que se encargaban de la vigilancia de la finca. Allí, pudo ver de cerca cómo era la convivencia entre Isabel y Paco.
Según Cuevas, Isabel estaba más enamorada que Paco, y se sentía feliz de haber cumplido su sueño de casarse con un torero. Sin embargo, con el paso del tiempo, las diferencias entre ellos se hicieron más evidentes.
Paco prefería una vida tranquila, mientras que Isabel disfrutaba de tener a su familia y sus amigos en casa y organizar fiestas. Esto provocó que empezaran las discusiones por el modo de vida que Isabel quería llevar.
El final de un amor
Cuevas ha revelado que su padre, el mayoral de Cantora, siempre pensó que Paco estaba más enamorado de su exmujer, Carmen Ordóñez, de la que se divorció por incompatibilidad de caracteres.
Además, ha contado que, antes de morir, Paco le confesó a su padre que se iba a separar de Isabel, ya que las discusiones eran muy constantes. El motivo principal era que Isabel quería meter a su familia y sus amigos en Cantora y en los trabajos alrededor de la finca.
La muerte de Paco en la plaza de toros de Pozoblanco truncó el destino de la pareja, que nunca llegó a resolver sus problemas. Cuevas ha recordado con emoción al torero, al que consideraba como un hermano.