«No vuelvas a decirme algo así nunca». Paraliza su cita de ‘First Dates’ para dejarle claro algo a su cita

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Chispas y tensión en ‘First Dates’: Una cita marcada por el ego y los reproches

Las puertas del restaurante más famoso de la televisión volvieron a abrirse para recibir a una nueva tanda de solteros en busca del amor. La emoción, las primeras impresiones y los momentos inesperados se convirtieron, una vez más, en los ingredientes principales de la noche. Sin embargo, entre todas las citas de la velada, hubo una que destacó por encima del resto. No fue por el romanticismo ni por la química, sino por la tensión palpable que se generó entre Abigail y Manuel, dos jóvenes con personalidades fuertes que chocaron desde el primer minuto.

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Una entrada arrolladora

Abigail, una influencer de 22 años afincada en Zaragoza, llegó al programa con la seguridad de quien sabe que no pasará desapercibida. Su presentación no dejó lugar a dudas sobre su carácter arrollador: “Tengo una personalidad que no sé por qué, pero te va a resonar. Y es posible que me critiques o que te cause envidia”. Con estas palabras, dejó claro que no estaba dispuesta a ser una cita más en el programa.

Al otro lado del restaurante, Manuel, un camarero gaditano de 24 años, esperaba con curiosidad a su misteriosa acompañante. Cuando la vio aparecer, no tardó en expresar su primera impresión: “Se parece a mí físicamente. Los ojos, los rasgos de felino. Es una chica atractiva, me gusta”. Para él, la conexión parecía evidente desde el primer momento.

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Del flechazo al desencuentro

Lo que parecía ser una cita prometedora tomó un giro inesperado en cuanto Abigail evaluó a su compañero. Su reacción inicial fue una mezcla de sorpresa y desconcierto: “Ha sido como volver un poco al oeste. He dicho ‘madre mía, qué cuadro’, pero luego he subido la mirada y al ver su cara he dicho ‘tiene una cara bonita, voy a acercarme a ver qué tal’”. Estas palabras ya anticipaban que la velada no iba a ser un camino de rosas.

Desde el primer intercambio de palabras, quedó claro que ambos tenían personalidades dominantes y una gran confianza en sí mismos. Manuel no perdió la oportunidad de halagar su propio físico: “¡Qué ojazos! Se parecen a los míos”. Sin embargo, Abigail no tardó en responder con ironía: “El egocentrismo entrando al chat. Cuando se juntan dos egocéntricos, mal”.

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Una conversación llena de reproches

Si algo quedó patente a lo largo de la cita es que Manuel no se andaba con rodeos a la hora de expresar sus pensamientos. En un momento de la conversación, dejó claro que para él, tener pareja no era una prioridad: “Primero voy yo, me gusta mucho el modelaje y la fotografía”. Su seguridad en sí mismo fue cuestionada por Abigail, quien le lanzó una pregunta directa: “¿Hasta dónde te gustaría llegar, egocéntricamente hablando?”.

El joven gaditano respondió sin dudar: “Sé lo que valgo y sé que tengo mucho potencial. Por eso me apunté al gimnasio, para mejorar mi autoestima y por ligar más (…) Las mujeres os fijáis mucho en el atractivo físico”. Estas palabras encendieron la chispa del conflicto, ya que Abigail no compartía en absoluto su visión. “Es un completo superficial”, sentenció ella.

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De la tensión al estallido

La conversación se tornó aún más tensa cuando Manuel insistió en su teoría sobre la atracción física: “Es así, no pongas esa cara. Hay muchas mujeres que dicen que no y luego…”. Abigail, visiblemente molesta, le replicó sin dudar: “Igual eso dice mucho de las mujeres con las que te vas tú”. Pero Manuel no se quedó callado: “Es lo que se ve. Yo soy sincero y tú eres una mentirosa y una hipócrita. Te digo la realidad”.

Estas palabras fueron la gota que colmó el vaso. Abigail, indignada, interrumpió la cena para poner los puntos sobre las íes: “¿Me acabas de llamar mentirosa e hipócrita? Si vas a decir algo de mí, lo dices con propiedad, si no, te callas. No me conoces y has tenido dos faltas de respeto. No te estoy mintiendo, te digo lo que pienso (…) Tengo los cojones suficientes como para decir la verdad que sale de mi mente. No vuelvas a decirme algo así nunca”.

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Un final sin segundas oportunidades

Después de una cena repleta de momentos tensos, los solteros se dirigieron al reservado del programa, un espacio donde muchas citas suelen terminar con un giro inesperado. Sin embargo, ni siquiera los instantes más seductores lograron que Abigail cambiara de opinión. La creadora de contenido dejó clara su postura cuando llegó el momento de decidir si tendría una segunda cita con Manuel.

“¿Cómo te voy a dar mi energía si me estás juzgando? No estás viendo mi esencia, sino no pensarías eso de mí”, sentenció con firmeza.

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Así terminó una de las citas más tensas de la noche en First Dates. Mientras algunos solteros salen del restaurante con mariposas en el estómago, otros se marchan con la certeza de que, a veces, la química simplemente no existe.

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