El programa que muestra la realidad de las citas en España.
En un mundo cada vez más conectado, encontrar el amor puede parecer una tarea fácil. Sin embargo, muchas personas siguen buscando a su media naranja sin éxito, recurriendo a aplicaciones, agencias o programas de televisión que les ayuden a dar con su pareja ideal. Uno de estos programas es ‘First Dates’, el formato de citas más popular y veterano de la pequeña pantalla española, que lleva desde 2016 mostrando las historias de amor, desamor, ilusión y decepción de miles de personas que buscan su complemento.
‘First Dates’ no es un programa cualquiera. Es un espacio que intenta responder a algunas de las preguntas más universales y profundas que nos hacemos los seres humanos: ¿Qué es lo que hace que nos enamoremos? ¿Cómo sabemos si hemos encontrado a nuestra alma gemela? ¿Qué pasa cuando dos desconocidos se sientan a cenar y se miran a los ojos por primera vez? Estas son algunas de las cuestiones que plantea el programa, conducido por el carismático Carlos Sobera, que ejerce de maestro de ceremonias y consejero sentimental de los comensales.
Pero ‘First Dates’ es también un reflejo de la sociedad española actual, con toda su diversidad y riqueza. En el restaurante más famoso de la televisión, hemos visto desfilar a personas de todas las edades, razas, religiones, culturas, orientaciones sexuales, identidades de género y capacidades. Hemos sido testigos de cómo el amor no entiende de etiquetas ni de prejuicios, y de cómo cada persona tiene su propia forma de sentir y expresar sus emociones. Hemos vibrado con las historias de amor que han surgido entre los comensales, y hemos sufrido con las que no han cuajado.
La desastrosa cita de Maribel y Miguel.
El programa también ha sabido conectar con el público a través de las redes sociales, donde cuenta con una legión de seguidores que comentan, opinan y votan sobre las citas. Además, el programa tiene un canal de YouTube donde se pueden ver los momentos más destacados y las citas íntegras. De esta forma, ‘First Dates’ ha logrado crear una comunidad fiel y participativa que se siente parte del programa.
Sin embargo, no todo es color de rosa en el restaurante del amor. A veces, las citas no salen como se esperaba y los comensales se llevan un chasco. Es lo que le pasó a Maribel y Miguel, dos jóvenes que acudieron al programa con la esperanza de encontrar a su media naranja, pero que pronto se dieron cuenta de que no tenían nada en común.
Maribel se definía como una chica “muy hardcore”, una leona independiente que quería un chico con las cosas claras. «Soy una leona. Mientras estudio trabajo, porque me quiero pagar mis caprichos. Soy una chica muy independiente. Quiero un chico que tenga las cosas claras, porque si él no las tiene claras, yo no puedo hacer que las tenga. Si no es así, me sale mi vena de choni, una vena muy fuerte», dijo ella en su presentación.
Por su parte, Miguel se presentaba como un chistoso amante del humor y la música tradicional. Desde el primer momento, ambos se mostraron decepcionados con el aspecto físico del otro: ella lo veía demasiado formal y él no le gustaban sus tatuajes ni su séptum. «Físicamente, no es lo que busco. No, no y no. Me gusta más el rollo urbano que el rollo camisa, ¡que parece que acaba de salir de la Primera Comunión!», dijo ella a cámara, dejando claro desde el primer momento que no era su tipo.
«No, no y no».
La cena no hizo más que confirmar sus diferencias: ella prefería la música urbana y él Manolo Escobar —»Es de la época de mi abuela. Es superantiguo, es un viejoven. Aparentemente parece un jovencito, pero mentalmente piensa como un yayo, un abuelete», sentenció Maribel ante el equipo del programa—. Ella no le reía los chistes y él no compartía su forma de ser.
«Sus chistes me han parecido nefastos, fatal. No me gustan los chistes, y mucho menos los que me ha contado él. Yo soy una leona y él es la gata que acaba de parir un gatito. Yo piso fuerte y él no tiene ni huella», declaró ella con rotundidad.
Al final, los dos rechazaron tener una segunda cita, pero ella no se tomó muy bien la conclusión de Miguel. Nada más ver a su pretendiente, Maribel espetó que «no querría tener una segunda cita». Cuando le llegó el turno a él, dijo que «como amigos, yo creo que sí». Ella torció el gesto con cara de enfado.
Después, ella insinuó que él solo lo hacía porque ella le había rechazado primero. «Yo creo que has dicho que no porque he dicho que no, porque yo soy muy engatusadora y te he engatusado», comentó mientras el joven lo negaba. Sin embargo, dolida, ella se marchó de la sala con gesto altivo. Está claro que la velada empezó mal para ella, pero lo que peor llevó fue el rechazo final de él.
Esta es solo una de las muchas historias que se viven cada día en ‘First Dates’, el programa que muestra la realidad de las citas en España. Un programa que nos hace reír, llorar, emocionarnos y reflexionar sobre el amor y sus múltiples facetas. Un programa que nos enseña que el amor puede estar a la vuelta de la esquina, o puede escaparse entre los dedos. Un programa que nos invita a seguir buscando nuestra media naranja, o a disfrutar de nuestra soltería. Un programa que nos recuerda que el amor es lo más importante de la vida.