No es la primera vez que pasa: La Policía ya tiene claro lo que llevó al abuelo de Huétor Tájar a matar a sus nietos

Anuncios

Tragedia en Huétor Tájar: un desenlace fatal

El pasado domingo, un sombrío incidente sacudió a Huétor Tájar, un pueblo de Granada. Pepe, un abuelo de 72 años, se encerró en su casa con sus dos nietos después de una acalorada discusión con su yerno. La Guardia Civil intentó negociar con él durante casi toda la noche, pero al entrar finalmente al piso, encontraron a los niños ya fallecidos. En ese momento, el abuelo se quitó la vida.

Anuncios

El impacto de un accidente fatal

El abuelo, conocido en el pueblo como una persona ejemplar, había cambiado drásticamente tras un trágico accidente de tráfico que le arrebató a su mujer y a su hija. Pepe estaba al volante el día del accidente, y desde entonces, quienes lo conocían notaron un cambio significativo en su comportamiento y ánimo.

Sus amigos y allegados comentan que Pepe nunca pudo superar la culpa que sentía por las muertes de su esposa y su hija. Este sentimiento de culpa y el dolor de la pérdida le afectaron profundamente, alterando su manera de ver la vida y su interacción con quienes lo rodeaban.

Anuncios

Un abuelo devoto y querido

A pesar de su sufrimiento, Pepe continuaba siendo un abuelo muy dedicado a sus nietos. Manuel, un amigo cercano, mencionó que Pepe los llevaba y traía del colegio todos los días, y que la relación entre ellos era muy cercana y afectuosa. “Él quería a sus nietos muchísimo y los nietos a él”, añadió Manuel.

Juan, otro amigo del abuelo, compartió sus preocupaciones sobre el estado mental de Pepe en una entrevista en el programa TardeAR. “Desde el accidente, Pepe había cambiado. Sospechábamos que se iba a quitar la vida, pero no nos imaginábamos que mataría a sus nietos”, confesó.

Anuncios

El supuesto motivo del trágico suceso

La teoría que más se maneja en Huétor Tájar es la del “homicidio compasivo”. Este término se refiere a cuando alguien mata a otra persona para evitarle supuestos sufrimientos futuros. Según La Vanguardia, el agresor en estos casos actúa bajo la creencia delirante de que la víctima inevitablemente sufrirá. La comunidad sigue conmocionada, tratando de entender cómo alguien tan querido como Pepe pudo llegar a un final tan trágico.

¿Qué os parece, se podría haber evitado?

Anuncios