Un hombre de 67 años perdió la vida tras ser acusado de sustraer una chocolatina en una pequeña tienda. El pensionista Dharmasena Cooray, reconocido por su buena reputación dentro de su vecindario, se convirtió en víctima de una agresión desmedida que ha sacudido a la ciudad de Kandy, en Sri Lanka.
Los hechos ocurrieron el 5 de agosto, mientras Cooray realizaba sus compras cotidianas. El dueño del comercio y uno de sus empleados lo señalaron por presunto hurto, afirmando contar con imágenes de videovigilancia que lo incriminaban.
El ataque dentro de la tienda
De acuerdo con los reportes, ambos hombres forzaron al anciano a entrar nuevamente al local, donde lo golpearon repetidamente con puños, patadas y hasta con una barra de metal. Posteriormente, lo dejaron gravemente herido en la vía pública, hasta que un peatón lo encontró y lo llevó urgentemente al hospital.
Aunque Cooray alcanzó a dar algunas declaraciones a las autoridades, su estado empeoró con el paso de los días y finalmente murió el 11 de agosto de 2025 debido a las lesiones. La autopsia, sin embargo, no logró esclarecer de manera concluyente la causa exacta del fallecimiento, lo que ha generado más dudas en torno a este trágico episodio.
Investigación y consecuencias sociales
Las fuerzas de seguridad arrestaron al propietario de la tienda y a su trabajador, quienes permanecen bajo custodia mientras avanza la investigación oficial. La violencia del ataque ha desatado una profunda indignación pública que ha trascendido los límites de la comunidad afectada.
El caso también ha puesto de relieve la situación de vulnerabilidad de las personas mayores en Sri Lanka. Con más del 12 % de la población superando los 65 años y en medio de la crisis económica iniciada en 2022 —que ha reducido pensiones y agravado las condiciones de vida—, los ancianos enfrentan riesgos cada vez mayores en un entorno social marcado por la precariedad.