La boda de Tamara Falcó e Íñigo Onieva, un reclamo para la piratería digital
El pasado fin de semana, una de las noticias que más acaparó la atención mediática fue el enlace matrimonial entre Tamara Falcó, hija de Isabel Preysler, e Íñigo Onieva, un empresario del sector automovilístico. La boda, celebrada en el Palacio de El Rincón, reunió a numerosos rostros conocidos del mundo social, político y cultural, que no quisieron perderse el evento del año.
La revista ¡Hola! fue la encargada de ofrecer la exclusiva de la boda, con un amplio reportaje fotográfico que mostraba los detalles de la ceremonia, el banquete, el baile y las celebraciones previas y posteriores al enlace. Sin embargo, muchos españoles no tuvieron que comprar la publicación para acceder a su contenido, sino que lo recibieron gratuitamente a través de WhatsApp.
Un delito contra la propiedad intelectual e industrial
Esta práctica, que se ha extendido desde el inicio de la pandemia, consiste en descargar el contenido de las revistas desde las plataformas oficiales y distribuirlo por primera vez o reenviarlo a otros contactos en formato pdf. De esta forma, se evita pagar los 2,70 euros que cuesta el ejemplar en papel.
Sin embargo, lo que muchos desconocen es que se trata de un delito contra la propiedad intelectual e industrial, que puede acarrear penas de prisión de entre seis meses y cuatro años, además de multas económicas. Así lo establece la legislación vigente, que protege los derechos de autor y el trabajo periodístico.
La Policía Nacional persigue esta actividad ilícita con mecanismos tecnológicos para intentar identificar y detener a los responsables. Se trata de una labor compleja, dado el gran volumen de envíos y reenvíos que se producen cada semana. Además, se busca concienciar a la ciudadanía sobre el daño que supone esta piratería digital para unos medios de comunicación que ya afrontan dificultades por el encarecimiento del papel y la digitalización.