«¿Me puedo ir? Es demasiado, no puede ser»: Confiesa sus gustos más personales en ‘First Dates’ y hace huir a su cita

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‘First Dates’ sigue dejando sin habla a los espectadores.

‘First Dates’, el programa que revoluciona la televisión y las redes sociales ¿Qué pasa cuando dos desconocidos se sientan a cenar en un restaurante y una cámara capta sus reacciones? La respuesta es ‘First Dates’, el exitoso programa de Cuatro que cada noche nos muestra las primeras citas de solteros y solteras que buscan el amor. Conducido por el simpático y experimentado Carlos Sobera, el programa nos ofrece una ventana al mundo de las relaciones humanas en la era digital, donde las apps de citas y las redes sociales han cambiado las reglas del juego.

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Pero ‘First Dates’ no es solo un programa de entretenimiento, sino también un espacio de aprendizaje y reflexión sobre el amor y las relaciones. El programa nos enseña cómo comunicarnos, cómo seducir, cómo romper el hielo, cómo superar los nervios, cómo ser sinceros, cómo aceptar el rechazo… En definitiva, cómo vivir una primera cita con éxito.

Además, el programa tiene un valor social al dar visibilidad a las minorías y promover el respeto y la tolerancia hacia la diversidad. En ‘First Dates’ hay sitio para todos: heterosexuales, homosexuales, bisexuales, transexuales, personas con discapacidad, personas mayores, personas con hijos…

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Por supuesto, el programa también tiene su lado cómico y nos regala momentos divertidos e incluso surrealistas. A veces, los candidatos nos muestran lo que no hay que hacer nunca en una cita: ser groseros, mentir, hablar demasiado o demasiado poco, beber en exceso, ir vestidos de forma inapropiada… En esos casos, el programa se convierte en un espejo en el que nadie quiere verse reflejado.

«¿Me puedo ir? Es demasiado, no puede ser».

En la tarde de este miércoles, el popular programa de citas juntó a Sara y David en una cena para conocerse mutuamente. Sara, una joven creadora de contenido erótico, se definió a sí misma como una persona sencilla con gustos y personalidad peculiares que se apartan del molde común.

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David, por su parte, se describió como un hombre muy extrovertido que disfruta de vivir aventuras y busca una relación liberal con alguien que comparta su manera de pensar y pueda tener una vida sexual abierta.

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Las primeras impresiones entre ambos fueron mixtas. David, al llegar al restaurante, pidió un chupito de tequila mientras que Sara se negó a beber alcohol y comentó que no le agradaban las personas que lo bebían por costumbre. A pesar de esto, la cena continuó y ambos comenzaron a conocerse mutuamente.

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Sin embargo, pronto se dieron cuenta de que no tenían muchos gustos en común. Sara buscaba a alguien que no disfrutara salir de fiesta, ya que ella era más casera, mientras que David se levantaba con ganas de bailar al primer canto del pájaro. Además, Sara confesó que detestaba el reggaetón, un género que David disfrutaba, lo que generó una discrepancia entre ellos.

A David no ha gustado nada, ya que él escucha ese género de música. «¿Me puedo ir? Es demasiado tío, no puede ser», comentó. A pesar de todo, David mostró interés en tener una segunda cita, mientras que Sara decidió que no. Aunque las diferencias entre ellos eran notables, la conversación entre ambos fue fluida y amigable en todo momento.

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Sin embargo, parece que las afinidades entre ambos no fueron suficientes para que Sara quisiera una segunda oportunidad. ¿Encontrará David a alguien que comparta su estilo de vida liberal o tendrá que buscar alguien más compatible con sus gustos? Solo el tiempo lo dirá.

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