Polémica en directo en Telecinco.
El reality más extremo de la televisión española está entrando en su fase decisiva. Las alianzas se tambalean, las máscaras empiezan a caer y los concursantes ya no pueden ignorar lo evidente: el público tiene favoritos. Esa conciencia colectiva dentro de la isla está avivando rivalidades que hasta hace poco se mantenían bajo control.
Con cada gala, los gestos se vuelven más elocuentes y las estrategias más calculadas. Ya no se trata solo de resistir el hambre o las pruebas físicas; ahora la verdadera batalla es por la popularidad y la permanencia. Las miradas cruzadas y los silencios tensos se han convertido en protagonistas silenciosos de cada jornada.
En este contexto de emociones a flor de piel, cualquier acontecimiento adquiere un significado extra. Y lo que ocurrió el 7 de octubre no fue cualquier cosa: el reality vivió un momento histórico que, paradójicamente, combinó romanticismo y polémica a partes iguales.
Una boda frente al mar.
El 7 de octubre de 2025 quedará guardado en la memoria para Tony Spina, Marta Peñate y los espectadores de ‘Supervivientes All Stars 2’. Honduras ha recibido por primera vez una boda oficial en sus playas. Los concursantes, ante la atenta mirada de sus invitados y cámaras daban un paso definitivo en su relación formalizando aún más su compromiso. No podían evitar emocionarse de ser ya oficialmente marido y mujer.
«He encontrado de verdad la compañera de mi vida. Tiene lo más importante que es que la admiro, la amo con locura. No necesito nada más», adelantaba a su llegada de la mano de su madrina Adara Molinero. Los invitados, entre los que estaba ella e Iván González, Jessica Bueno, Gloria Camila y Rubén Torres, recibían como detalle por su asistencia una lata de lentejas que seguro disfrutarán después.
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«Gloria Camila ha decidido tener un detalle super especial con vosotros dos. La hija de Rocío Jurado va a entonar una de las canciones más significativas de su madre», les anticipaba antes de la llegada de «Como una ola». La entonaba, de hecho, mientras le seguían los demás para recibir a la novia y a su padrino, Torres. Ninguno podía evitar las lágrimas al ver que por fin podían dar ese paso tan importante para ellos, especialmente Adara y Torres.
Emoción y simbolismo en cada gesto.
Hasta la propia presentadora se rompía al dar la bienvenida a la llamada de la hermana de Marta. «Me encantaría estar con ustedes. Se celebrará por todo lo alto cuando esto paso. Todo lo demás llegará después. Vivir la vida porque lo demás vendrá», les dedicaba provocando las lágrimas una vez más entre los novios. «Antes de comenzar me gustaría escuchar vuestros votos», les pedía la particular maestra de ceremonias Laura Madrueño.
«He mentido porque he dicho que era por el dinero. Que critiquen la verdad, estoy en un proceso muy costoso y me enfoco mucho en eso. No quiero que me salga mal eso por sentir nervios por una boda. Sé que le hace mucha ilusión y es el amor de mi vida. Nunca supe lo que era el amor hasta que te conocí», le dedicaba de vuelta entre lágrimas.
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El alcalde le tomaba la palabra para hacer aún más oficial toda la ceremonia. «Es el compromiso de compartir no solo los momentos de calma sino también de las tormentas. Habéis vivido el amor a la vista de todos y ahora es el momento de demostrar el amor verdadero», les emocionaba con sus palabras.
Un giro inesperado en la lista de invitados.
Pero no todo fue idilio y lágrimas felices. Con las invitaciones ya cursadas, un cambio de última hora agitó el ambiente: Noel Bayarri quedó fuera de la ceremonia por decisión directa de la novia, y fue Gloria Camila quien ocupó su lugar. «En el momento que invité a alguien lo hice por el cariño que tengo por algo fuera de aquí. Creo que no me gustaría que Tony me lo hiciera, me he sentido traidora y es Noel. Es mi culpa, que lo sé», reconocía antes de transmitirle su decisión.
Algo a lo que el concursante respondía con madurez: «si crees que a Tony le incomoda mi presencia, te agradezco la invitación pero si va a ser incómodo…». Las diferencias entre él y el novio, acumuladas a lo largo de la convivencia, habían pesado más que la cortesía. «Espero que me entiendas, que por el cariño que te guardo del reality, estoy casi segura de que Tony a ti no te cae bien», añadía sin rodeos.
Como es tradición, aunque la boda sea televisada y de una forma tan poco tradicional, como ellos mismos reconocen, han hecho llegar una invitación con todos los detalles de la celebración. ‘¡Nos casamos! Marta y Tony. Nuestra historia de amor nos lleva al altar y queremos que seas testigo de este momento mágico», escribían justo debajo de una ilustración de la pareja en una fotografía que siempre recordarán.
«Hoy me caso a aquí en Honduras, donde tantos meses viví. Aún hay gente que se cree que eto es un paripé, pero NO, esto es una BODA REAL, algo inusual, a lo loco como soy yo. Me encantan estas cosas, me encanta que seáis testigos, me encanta ser como soy y vivir una vida surrealista», aseguró.
División entre los seguidores.
El único requisito que la pareja ha puesto, además de reservar la televisión para el martes 7 de octubre a las 22:00, «no usar blanco y negro». Esa atmósfera romántica se extendió por cada rincón de la ceremonia, decorada con flores en tonos clásicos como el rojo, dorado y pasteles. Lo que debía ser un episodio puramente emotivo terminó generando un intenso debate fuera de la isla.
La exclusión de Noel no ha pasado desapercibida para los seguidores, que se han dividido entre quienes comprenden la postura de la pareja y quienes la consideran injusta. Las redes sociales se llenaron de opiniones enfrentadas, convirtiendo un enlace televisado en un auténtico fenómeno de conversación. Lo ocurrido con Noel Bayarri ha terminado por polarizar a la audiencia de ‘Supervivientes’ en uno de los momentos más delicados de la edición.