Una periodista de referencia.
Carme Chaparro es una de las comunicadoras más reconocidas del panorama español. Su carrera, marcada por su paso por distintos informativos y programas, la ha convertido en un rostro habitual para los espectadores. Además, combina su labor periodística con la escritura, donde también ha cosechado éxitos con varias novelas.
Su forma de contar historias, tanto en la televisión como en el papel, le ha dado un lugar privilegiado entre los nombres más respetados de su generación. Conocida por su cercanía y por su manera directa de conectar con el público, ha sabido compaginar géneros y registros. Esa dualidad le ha permitido crear una comunidad fiel de seguidores que la acompañan en cada proyecto.
Más allá de las pantallas, Chaparro ha demostrado un compromiso firme con causas sociales y debates públicos. Su voz se ha convertido en referente para muchos lectores y espectadores que buscan análisis claros y sensibles. Esa faceta humana, visible en entrevistas y en redes sociales, ha reforzado la relación de confianza con su audiencia.
Un año de sombras.
La trayectoria brillante de la periodista se ha visto interrumpida en los últimos meses. La pasada primavera tuvo que abandonar la televisión debido a una enfermedad que le impide llevar una vida normal. A este duro trance se sumó en mayo la pérdida de su padre, un acontecimiento que, como ella misma ha reconocido, la dejó profundamente marcada.
Esa complicada situación también afectó a su faceta literaria. El lanzamiento de su última novela, Venganza, tuvo que retrasarse, aunque finalmente ha podido presentarla hace unos días en Mundo Deportivo. En paralelo, ha concedido entrevistas a distintos medios, entre ellos Lecturas, donde se ha abierto en canal sobre este momento tan difícil.
En esta conversación con la revista, Chaparro confesó que espera una cirugía que «no es fácil», aunque podría mejorar su día a día. «Estoy a la espera de la intervención, muy medicada, muy adormilada. La medicación es muy fuerte. Estoy cansada por ella y porque la enfermedad es muy jodida», señaló, asegurando que, si la evolución es buena, no dudará en compartir más detalles.
Una pausa forzada.
Chaparro explicó que fueron los médicos quienes la obligaron a frenar. «Tuve que cogerme la baja cuando mis médicos me dijeron que parase porque me iba a morir… Me dijeron que tenía que estar en casa, que sería un tratamiento a tope. Me he ayudado mucho el tener ayuda mental. Quería aguantar todo lo que pudiese hasta que hubo un momento muy gordo», relató, subrayando que en su recuperación también juega un papel importante la atención psicológica y psiquiátrica que recibe, además de un fuerte régimen farmacológico con «diez pastillas al día».
Aunque han sido meses oscuros, ella misma admite que empieza a vislumbrar cierta esperanza. «He estado en el pozo muchos meses, desde que cogí la baja obligatoriamente (…). He estado muy hundida muchos meses y creo que el ver ahora, a pesar de lo de mi padre, que puede haber una solución, lo cambia todo. Aunque sea un camino duro». Su testimonio refleja la dureza de lo vivido, pero también un cambio de actitud.
El refugio familiar.
Durante este proceso, el pilar fundamental de la periodista ha sido su pareja, el cámara Bernabé Domínguez. Con él ha compartido las dificultades cotidianas y el sostén emocional en los peores días. Sus dos hijas, a pesar de ser pequeñas, también han sido testigos de la situación, algo que la familia afrontó con transparencia para que comprendieran el estado de su madre.
«Hay momentos que veo que no tengo fuerzas (…), me cansa ver la tele y todo», admitió, aunque recalcó que procura salir con sus hijas y su marido para mantener cierta normalidad. Esa mezcla de fragilidad y empeño por seguir adelante ha conmovido a muchos de sus seguidores.
La noticia sobre la enfermedad y el proceso de recuperación de Carme Chaparro ha generado un enorme eco en redes sociales y foros digitales. Sus lectores y espectadores no han dudado en mostrar apoyo y afecto, convirtiendo este episodio en uno de los más comentados alrededor de la periodista.