‘First Dates’ sigue sorprendiendo a sus espectadores.
Semana tras semana, el exitoso programa televisivo ‘First Dates’ mantiene a su audiencia cautivada y expectante, expectación que se extiende a las redes sociales, donde miles de seguidores comentan y debaten acerca de los encuentros amorosos presentados en pantalla. El equipo de producción, con años de experiencia en el ámbito televisivo, continúa sorprendiendo a la audiencia al presentar candidatos que causan revuelo y se convierten en el tema de conversación entre los espectadores.
La cadena Cuatro celebra el éxito del programa de citas, el cual goza de un sólido grupo de seguidores y una activa presencia en las redes sociales. El fenómeno del éxito de ‘First Dates’ se debe en parte a que el programa, conducido por el carismático Carlos Sobera, nos enseña cómo entablar relaciones en la era moderna, proporcionando valiosas lecciones y momentos de reflexión.
Además, el formato cumple un rol fundamental al visibilizar a las minorías y fomentar valores de tolerancia y respeto hacia la diversidad, aspecto que enriquece la experiencia de los televidentes. En ocasiones, el show también nos muestra lo que nunca debemos hacer en una cita, proporcionando un espejo en el que no deseamos vernos reflejados.
«Sois unos catetos».
Uno de los encuentros más comentados en las redes sociales fue el de Atila y Lina, el cual comenzó de manera tensa y desafortunada. Aunque en un primer momento parecieron gustarse físicamente, el fenómeno lingüístico utilizado por el chico en un momento de tensión hizo saltar de mala manera a su cita.
Tan sólo habían intercambiado algunas frases durante su presentación en la barra del restaurante de Cuatro cuando pasaron a la mesa para seguir conociéndose. Atila, sorprendido, recalcó lo curioso que le parecía ver a una rusa de nacimiento hablar un completo andaluz, concretamente de la parte de Granada.
Acto seguido, el soltero suspiró, después de permanecer varios segundos en completo silencio y con la mirada perdida. Preocupada, Lina le preguntó si algo le molestaba o si no era lo que esperaba encontrar en el programa. Atila, nervioso y tenso, respondió que simplemente estaba pensando y no sabía qué preguntar ni qué decir en ese momento. «No, no. No me he rayado. Estoy pensando, simplemente. Es como ese momento que no sabes qué preguntar ni qué decir. ¿Qué la pregunto ahora?», respondió.
Pero la reacción de ella agravó aún más el momento: «¡Ay, no! Lo siento mucho, pero odio el laísmo». Atila se limitó a escucharla algo boquiabierto, aunque peor se quedó segundos más tarde cuando Lina le dijo sin ningún tipo de pudor: «Sois unos catetos los madrileños. Es que… No puedo. Estás hablando con una rusa granadina que era la mejor de la clase en castellano».
La expresión del soltero iba cambiando por momentos, para mal, mientras Lina seguía criticando su manera de expresarse. El madrileño, por su parte, prefirió desahogarse en privado con el redactor del programa. «Bueno… Bueno… Los rusos se comen las palabras. Pero, bueno, no vamos a entrar nosotros en ese debate ahora mismo», le confesó.
Evidentemente, la ‘explosión’ de Lina en ‘First Dates’ dinamitó la cita, convirtiéndola en un encuentro difícil de olvidar por los espectadores. El desenlace de este encuentro fue, sin duda, previsible. En la ‘Decisión final’, Lina se llevó un hachazo cuando su pretendiente optó por tomar caminos separados, dejando en evidencia la incompatibilidad entre ambos y la relevancia de la empatía en el proceso de conocer a alguien.