Los gestos de Jenni Hermoso que pasaron inadvertidos durante el beso y que revelarían su verdadera reacción

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La jugadora sigue negando haber consentido el beso del presidente de la Federación.

Jenni Hermoso, la estrella de la selección española de fútbol femenino que ganó el Mundial de Australia y Nueva Zelanda, ha desmentido la versión del presidente de la Real Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, sobre el beso no consentido que le dio en la entrega de premios. Según ella, en ningún momento buscó alzar al presidente ni aceptó el «piquito» que le propuso.

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Rubiales había afirmado en una comparecencia de prensa que fue Jenni la que le levantó del suelo y le acercó a su cuerpo, y que después él solo le preguntó si quería un piquito, a lo que ella accedió. Sin embargo, un nuevo vídeo difundido en la red social de Elon Musk muestra que fue él el que pegó un salto cuando vio llegar a la jugadora. El vídeo ha sido compartido por una persona que asegura que se puede ver claramente que Jenni no hizo ningún movimiento para alzar a un hombre más alto y pesado que ella.

«En el momento en el que apareció Jenni, me levantó ella a mí del suelo, que casi nos caemos, y al dejarme en el suelo, nos abrazamos. Ella fue la que me acercó a su cuerpo. Nos abrazamos, le dije ‘olvídate del penalti, has estado fantástica y sin ti no hubiéramos ganado este Mundial’. Ella me contestó ‘eres un crack’. Le dije ‘¿un piquito?’ y ella me dijo: ‘vale'», fue la descripción que Rubiales hizo de los hechos.

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Un nuevo vídeo contradice las palabras de Rubiales.

Sin embargo el video no deja lugar a la duda sobre lo que pasó en realidad. «Aquí mejor imposible donde se puede ver que es el que salta encima de ella, ella en ningún momento hace movimiento para alzar un hombre más alto y pesado que ella», dice la persona que ha compartido el vídeo.

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Pero incluso antes de aparecer este vídeo, las imágenes de lo sucedido se han analizado hasta la saciedad. Para entender mejor lo que ocurrió en ese momento y cómo lo vivió Hermoso, hay un interesante hilo de una experta en protocolo y moda, Patrycia Centeno, autora del libro «Poderío», que se ha dedicado a analizar los gestos de ambos protagonistas.

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Centeno explica que existen diferencias en cómo nos expresamos hombres y mujeres, y que la más importante en comunicación no verbal es la de las distancias y cómo las mujeres damos señales de alerta cuando queremos salir de ahí. “Quizá al impresentable Rubiales le valga la pena saber”, ha empezado contando.

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Según la experta, hay cuatro tipos de distancias: la pública (en un concierto o conferencia), la social (la que mantuvimos durante pandemia), la privada (con compañeros y amigos) y la íntima (sólo permitida a padres, hijos, pareja y mascota). Cuando alguien “penetra” en esa zona sin permiso, el cerebro lo percibe como un ataque. “No siempre se produce respuesta física evidente (como el manotazo del Papa a una feligresa), pero el cerebro da orden para que uno se proteja (luche, huya o petrifique)”, afirma Centeno.

La experta añade que la mujer percibe como ataque o agresión cuando el hombre al que no ha dado permiso entra en su zona privada. “No hace falta que sea ni la zona íntima, en la zona privada ya nos ponemos en guardia (protección aprendida desde pequeñas ante el posible ataque del hombre)”, dice. Sin embargo, la mujer no suele responder como haría un hombre si esa invasión se diera por parte de otro hombre. “La mayoría mujeres, por muchos motivos (cultural, educación, -fuerza física…), nos quedamos bloqueadas por miedo (intentamos evitar conflicto)”, comenta Centeno.

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La experta también habla del beso como una fórmula doméstica o íntima de saludo y critica que se emplee sólo con las mujeres mientras que el estrechar la mano (saludo profesional) se reserva a los hombres. “Ni el beso ni el apretón manos está mal”, aclara, “pero si usa una fórmula de las dos que sea la misma para todo, da igual que sea hombre o mujer”.

Sobre el gesto de Rubiales de coger la cabeza de Hermoso, Centeno lo califica como una imposición. “Aunque nos pueda parecer algo romántico, tomar por la cabeza al dar un beso es imponer un beso. Y aunque a Rubiales le pueda parecer que los golpecitos que le está dando Hermoso en el brazo son de disfrute o consentimiento; lo que significa es ‘para ya, suéltame’”, expone.

Finalmente, Centeno denuncia otro gesto bochornoso del presidente de la Federación. “Este impresentable celebró victoria de un equipo femenino con un par de ovarios tocándose los huevos = gesto de inseguridad muy propio de los que no tienen claro si se les cayeron por el camino”, sentencia.