Tragedia en Valencia: Incendio en Campanar
El jueves por la tarde, un incendio de alarmantes dimensiones se desencadenaba en un complejo de dos edificios ubicado en el barrio de Campanar, en Valencia. Alrededor de las 17:30 horas, el fuego comenzó por razones aún no determinadas, afectando a 138 viviendas y aproximadamente 450 residentes. La propagación del incendio fue rápida, devorando la fachada del edificio, y con el paso de las horas, los equipos de emergencia confirmaban la trágica noticia de víctimas mortales dentro de las estructuras afectadas, mientras seguían en la búsqueda de personas desaparecidas.
Esperanza y heroísmo entre las llamas
Con la alarma disparada, se realizó un despliegue masivo de servicios de emergencia, mientras algunos vecinos quedaban atrapados en diferentes niveles del edificio. Decenas de dotaciones de bomberos luchaban contra el fuego, enfriando partes de la fachada para facilitar el rescate de aquellos aún atrapados dentro. Entre los rescatados, se encontraba un padre y su hija, quienes después de horas de angustia y esfuerzo por parte de los bomberos, fueron salvados de su balcón en una operación complicada que fue captada por las cámaras.
Actos de valentía en momentos críticos
La solidaridad y el coraje se hicieron presentes en medio del desastre. Muchos vecinos lograron escapar de las llamas, en gran parte gracias a la ayuda desinteresada de otros. Manu Marlasca, en el programa ‘TardeAR’, destacaba la valentía de algunos héroes anónimos de esta tragedia. Uno de ellos, Julián, el conserje de uno de los edificios, quien jugó un papel crucial al evacuar a sus vecinos, yendo de puerta en puerta para asegurarse de que todos salieran a salvo. Gracias a su rápida actuación, muchos deben su vida a Julián.
El dramático rescate de los últimos supervivientes
Los bomberos han tenido que emplearse a fondo para salvar la vida de un hombre y una mujer que se habían refugiado en el balcón de su vivienda, rodeados por el fuego y sin posibilidad de escapar. Durante casi dos horas, han vivido momentos de pánico y desesperación, mientras los bomberos intentaban acercarse a ellos con una escalerilla. La única forma de protegerles era rociarles con agua y alejar las llamas de su alcance.
La manivela del toldo, la clave para el rescate
Cuando la noche caía y el humo se hacía más denso, los bomberos han logrado romper el cristal del balcón con la manivela del toldo, que han usado como ariete. Así, han podido hacer un hueco para que los supervivientes saltaran a la cesta de la escalerilla.
Primero ha sido la mujer, que ha suplicado al bombero que se acercara, y luego el hombre. Ambos han sido recibidos con aplausos desde la calle, donde les esperaban los sanitarios para atenderles. El bombero que les ha rescatado no se ha separado de ellos hasta que han llegado al suelo.