Un homenaje emotivo y familiar a Pedro Carrasco
Rocío Carrasco viajó a Alosno, el pueblo natal de su padre, para asistir a la inauguración de una estatua que recuerda al boxeador. Acompañada de su marido Fidel Albiac y de sus familiares de Chipiona y Huelva, la hija del púgil no pudo evitar las lágrimas al ver el monumento que honra la figura de su progenitor, fallecido en 2001.
La colaboradora de televisión quiso rendir tributo a Pedro Carrasco, uno de los mejores boxeadores españoles de la historia y el tercer campeón mundial del país. Con un boxeo fino y estilista, y golpes famosos como el bolo punch, Carrasco se ganó el cariño y el respeto de sus paisanos y de toda España.
Rocío Carrasco se reivindica como hija de Alosno
En su discurso, Rocío Carrasco agradeció al pueblo de Alosno, al escultor Santiago Delgado Carrera y a los alcaldes de Alosno y Chipiona por hacer posible el homenaje. Además, dejó claro quién es su familia: “Hoy es un día muy curioso porque se han unido mis dos familias, Alosno y Chipiona. Me puedo acordar de todos los que están aquí porque todo estos son mi familia”.
Con estas palabras, la hija de Rocío Jurado y Pedro Carrasco quiso zanjar las polémicas que han rodeado su vida privada y su relación con la que considera su familia mediática. Entre los ausentes en el acto se encontraba Raquel Mosquera, la viuda del boxeador, con quien Rocío Carrasco no tiene ningún vínculo.
Un fandango para recordar a Pedro Carrasco
El acto culminó con un momento muy emotivo: Rocío Carrasco recitó unos versos de un fandango dedicado a su padre. El poema fue escrito por su tío Pedro Ruiz y recoge el sentimiento de Alosno ante la partida del boxeador: “Se marchó Pedro Carrasco y Alosno entero lloró, y Paco, al verlo en el cielo, un fandango le cantó, por ser tan buen alosnero”.
Con este gesto, Rocío Carrasco demostró su amor por su padre y por su tierra. La hija del boxeador cumplió así uno de sus sueños: homenajear a Pedro Carrasco en el pueblo que lo vio nacer y que lo lleva en el corazón.