Lo que comemos también se cuenta.
En tiempos de redes sociales y foros digitales, las historias sobre restaurantes, supermercados y productos cotidianos se han convertido en una fuente inagotable de atención. Opiniones reales sobre experiencias gastronómicas —ya sean de cinco estrellas o de microondas— generan cercanía e identificación inmediata. Nos gusta saber qué compran y qué opinan los demás porque, al fin y al cabo, todos comemos.
Además, los productos de alimentación tienen una dimensión emocional: no se trata solo de sabor, sino de salud, tradición y confianza. Un mal plato puede provocar una crítica feroz; un buen descubrimiento, convertirse en el próximo éxito viral. Es ese componente humano lo que convierte a estos temas en lecturas irresistibles.
Y si encima hablamos de un producto que casi todos tenemos en casa, el interés se dispara. En esta ocasión, el foco está en uno de los clásicos de la despensa española: el atún en lata. La OCU ha puesto bajo la lupa 32 marcas que encontramos habitualmente en el súper, y lo que ha hallado nos obliga a repensar algunas elecciones.
No todo el atún es igual.
Este estudio revela que, aunque muchas marcas cumplen con los requisitos básicos, hay algunas que es mejor evitar si nos importa lo que metemos en el cuerpo. “Si bien la mayoría de las marcas cumplen con los patrones básicos de calidad, debemos evitar consumir varias firmas si nos preocupa más nuestra salud que el bolsillo.” La diferencia puede estar en la cantidad de sal, la frescura del pescado o la proporción de alimento frente al líquido en la lata.
El atún es versátil, nutritivo y fácil de incorporar a cualquier comida, pero su calidad no siempre está a la altura de su popularidad. “El atún en lata es un indispensable en el frigorífico de cualquier hogar español”, sí, pero la etiqueta puede esconder sorpresas. El consejo: no elegir por costumbre, sino con criterio.
Uno de los factores que más varía entre marcas es el contenido en sal. Aunque parezca un detalle menor, tiene implicaciones para nuestra salud a largo plazo. “Por encima de un 1,25% de sal estas latas pueden provocar problemas, por ejemplo, de hipertensión.” Y aunque el promedio en España es de 1,04%, algunas marcas superan ese umbral.
No siempre lo caro es lo mejor.
Curiosamente, el precio no siempre es sinónimo de calidad. De hecho, las mejores puntuaciones en el ranking de la OCU no las obtuvieron las marcas más caras. “Así, para los consumidores, el atún en aceite de oliva de Aldi (Sal de Plata) y el de Mercadona (Hacendado) son los mejores”, un dato que sorprende y reconforta a quienes cuidan el bolsillo sin querer renunciar al sabor.
Estas marcas, con precios por debajo de los 15 euros el kilo, demostraron ofrecer una calidad superior incluso frente a otras con un posicionamiento más gourmet. Y no solo es una cuestión de sabor: también cumplen mejor en etiquetado, cantidad neta y control de sal. Un buen ejemplo de que una compra inteligente no tiene por qué ser cara.
Sin embargo, no todas las marcas salieron bien paradas. Algunas obtuvieron puntuaciones por debajo de los 70 puntos debido a exceso de sal, etiquetado pobre o resultados poco satisfactorios en la cata. “Cabo de Peñas con Aceite Eco: 67 puntos. Alto contenido en sal y etiquetado suficiente. Buen porcentaje de producto, pero su precio es alto respecto a la calidad que ofrece.”
Comprar bien también es una forma de cuidarse.
Al final, este tipo de investigaciones ponen en valor el papel del consumidor informado. Más allá del precio o la estética de una lata, hay factores que marcan la diferencia en nuestra salud. Y es que en productos tan cotidianos como el atún, los pequeños detalles importan mucho.
La buena noticia es que, en general, las marcas que encontramos en los supermercados españoles superan los controles de seguridad y calidad, y ofrecen un producto aceptable. “En definitiva, la investigación de la OCU respecto al atún en lata descubrió que aunque la mayoría cumplen con los estándares marcados en cuanto a calidad, es importante no elegir cualquiera.” Porque sí, incluso algo tan simple como una lata puede tener mucho detrás.