Un niño de tres años que se convierte en héroe.
En medio de la tragedia que ha dejado la DANA en Paiporta, ‘TardeAR’ ha captado una escena que ha tocado el corazón de todos. Un niño de apenas tres años, llamado Isaac, se ha sumado al esfuerzo por limpiar su pueblo del barro y agua que el temporal ha dejado. Con una escoba en mano, Isaac ha pasado horas ayudando en lo que puede, mostrando una energía que parece imparable.
Su madre, emocionada, comparte cómo surgió esta iniciativa tan especial: «Al vernos a nosotros, él también cogió una escoba. Ahí empezó a quitar agua y barro ayudándonos a todos y a sus yayos». La decisión de Isaac de unirse a sus padres en esta tarea ha sido espontánea, impulsada por el ejemplo que ha visto en casa y las ganas de colaborar.
Un atuendo especial para un pequeño voluntario.
La dedicación de Isaac no se queda en su entusiasmo, ya que incluso se ha equipado con un uniforme improvisado. Cada día se calza sus botas, no se olvida de los guantes y, con una sonrisa, sigue dando ánimos a los demás con frases como «¡Vamos, vamos, ánimo!». Su madre comenta que el pequeño se toma su rol en serio, algo que ha logrado despertar sonrisas y admiración entre los vecinos.
@tardeartv Con tan solo tres años, Isaac ayuda a su familia y vecinos a limpiar el barro de sus calles. #isaac #niño #dana #limpia ♬ sonido original – TardeAR
Isaac y su familia han vivido de cerca la dureza de la situación, pero intentan mantener la normalidad para no alarmarlo demasiado. Según cuenta su madre, Isaac sigue siendo un niño en todo sentido: «No son conscientes realmente de la gravedad del asunto. Intentamos normalizarlo con él, jugar… Él es el que nos alegra cada día. Será una anécdota que recordará».
La inocencia que da esperanza en medio del desastre.
Para su familia, Isaac representa la ilusión en un momento de caos. La madre resalta la inocencia de su hijo y el consuelo que trae en un panorama tan oscuro: «La infancia es ilusión, los niños son ilusión, cualquier cosa que hacen te llena y te alegra, y más en estas circunstancias». La presencia del pequeño ha sido un bálsamo en Paiporta, una señal de que la esperanza se puede hallar en los gestos más simples.
Con su pequeño uniforme, su escoba y sus palabras de ánimo, Isaac ha mostrado que el espíritu de ayuda no entiende de edad. Paiporta enfrenta la recuperación de la catástrofe con el recuerdo de este pequeño héroe, cuya inocencia y valentía no han pasado desapercibidas.