Julia Faustyna Wendel, una joven polaca de 21 años, ha conseguido ser el tema principal de la semana en las redes y los medios de comunicación de medio mundo tras afirmar que es Madeleine McCann, la niña británica de 3 años que desapareció en 2007 en el Algarve (Portugal). La chica justificó su teoría aportando varias imágenes con similitudes físicas con la pequeña y sus padres.
Según comentó en sus redes sociales, finalmente consiguió lo que pedía desde un principio y los padres de Madeleine, Kate y Gerry McCann, llegaron a contactar con ella para hacerse una prueba de ADN que confirmara o descartara su identidad. Aunque sin contar cuándo ni de qué forma se realizaría dicha prueba.
Lo cierto es que, según van pasando los días desde su revelación pública, parece que las certezas que van apareciendo van desmontando la teoría de Julia poco a poco, y hacen crecer las evidencias de una probable búsqueda de fama por parte de la joven. Algo que, al menos durante esta pasada semana, ha conseguido.
Según informaciones que están saliendo a la luz, Julia llevaba tiempo detrás de la celebridad, e intentó, con anterioridad a intentar usurpar la identidad de Madeleine, iniciar una carrera como cantante, otra como modelo, e incluso una más, como creadora de de contenidos eróticos en internet.
Según el medio La Otra Crónica, la joven polaca abrió varios perfiles en varias webs para adultos, que han sido cerrados recientemente, al parecer, para tratar de borrar su huella digital y que no la perjudicara en su nuevo frente abierto de intentar probar que podría ser la menor desaparecida hace 16 años.
Por otra parte, ese propio hecho de haber creado canales de contenido erótico propios y verificados en webs como Pornhub demostraría que la joven tuvo que aportar su DNI o su pasaporte, documentos para los que para tenerlos se debe de aportar una partida de nacimiento, algo que Julia defendía no poseer como una de las pruebas de que podría ser Madeleine McCann, según informa el diario El Mundo.