Anabel Pantoja rompe su silencio ante la investigación judicial.
El caso que rodea a Anabel Pantoja y su pareja, David Rodríguez, ha generado un gran revuelo mediático. Este jueves 30 de enero, Joaquín Prat leía en Vamos a ver el comunicado del Tribunal Superior de Justicia de Canarias, en el que se confirmaba la investigación judicial en curso por las lesiones sufridas por su hija Alma. Sin embargo, también se aclaraba que no existen medidas cautelares contra los padres, lo que ha sido un punto clave en el desarrollo del caso.
Horas más tarde, la propia Anabel decidió romper su silencio y defenderse públicamente. En un vídeo publicado en sus redes sociales, la influencer se mostró visiblemente afectada y calificó la situación como «una pesadilla». «Me duele tener que hacer este vídeo para defenderme de algo que no ha sucedido. Esto es una pesadilla, pero confío en la justicia», aseguró. Además, argumentó que se trata de «un protocolo rutinario», algo que fue rápidamente corregido en televisión por Joaquín Prat.
Un protocolo que no es automático.
El presentador de Vamos a ver fue contundente al señalar que la actuación judicial no responde a un procedimiento ordinario. «No es verdad. Esto no es un protocolo rutinario que se haga cada vez que un niño llega a un hospital con lesiones», afirmó Prat. Explicó que la intervención judicial se activa cuando las lesiones del menor no coinciden con la versión dada por los padres, lo que ha llevado a la apertura de diligencias.
En la misma línea, el colaborador Antonio Rossi quiso puntualizar la importancia del término legal con el que se ha categorizado la investigación. «Cualquier caso que llega al juzgado se tipifica y esto tiene una tipificación dentro del código penal que es maltrato infantil», señaló. Añadió que esta no es una etiqueta impuesta por los medios de comunicación, sino un término legal que responde a la necesidad de esclarecer el origen de las lesiones sufridas por la pequeña.
Una investigación que busca respuestas.
El programa también hizo hincapié en la ausencia de medidas cautelares, subrayando que la niña ha permanecido con sus padres en todo momento. Daniel Montero, otro de los colaboradores, aportó una perspectiva médica al caso, tras hablar con un pediatra con experiencia en este tipo de situaciones. «Cuando los niños son tan pequeños, si llegan con un trauma, es porque el cuidador ha cometido un error o una negligencia», explicó.
El objetivo de la investigación, según Montero, es determinar si lo ocurrido fue un accidente o si hubo algún tipo de negligencia. «Accidentes con los niños hemos tenido todos. Lo que trata de demostrar la justicia es si ha habido o no una negligencia», aclaró, destacando que el hecho de que Alma siga con sus padres es un dato relevante en la evaluación de las pruebas.
La importancia del término «descartar».
Otro punto clave del análisis mediático ha sido el uso del verbo «descartar» en el comunicado del Tribunal Superior de Justicia de Canarias. «El TSJ dice textualmente que se abren las diligencias para descartar y creo que es un verbo muy importante porque indica que es por prevención», explicó uno de los colaboradores del programa.
Este matiz es crucial, ya que sugiere que la investigación no parte de una acusación directa, sino de una medida de protección infantil. «Los menores no tienen nadie que les defienda y por eso creo que está por encima de otros delitos», añadió el periodista, insistiendo en la necesidad de aclarar cualquier sospecha antes de que se convierta en un caso cerrado.
El visionado de las cámaras de seguridad.
En las últimas horas, la investigación ha sumado un nuevo elemento: el análisis de las imágenes de seguridad del centro comercial donde se encontraba la familia en el momento en el que la bebé comenzó a convulsionar. Según informó la reportera Giovanna González desde Gran Canaria, el Canarias 7 ha revelado que se ha solicitado el visionado de estas imágenes.
«Es lo lógico en el marco de la investigación», comentó Joaquín Prat, reforzando la idea de que se están siguiendo todos los pasos necesarios para esclarecer lo ocurrido. Alfonso Egea, por su parte, añadió que esta medida se toma «para casar todo el relato» y comprobar si las versiones aportadas por los padres coinciden con los hechos registrados en las cámaras.
Con la investigación en marcha y un caso aún abierto, la expectación sigue creciendo. Mientras tanto, Anabel Pantoja intenta mantenerse firme en su versión, esperando que la justicia determine qué ocurrió realmente en aquellos momentos críticos.