Trágico suceso.
Algunas tragedias son particularmente impactantes. Los fallecimientos por causas naturales, como la avanzada edad del finado, son más fáciles de racionalizar. Sin embargo, hay casos en los que el drama se acentúa por factores como la muerte de una persona tan querida como Bernardo Moll.
El aclamado director de cine, guionista y editor, conocido por su emotivo documental «La historia de Jan», ha fallecido en Madrid, según un comunicado emitido este jueves por la productora teatral Barco Pirata. La conmovedora obra, que narra los primeros años de vida de su hijo con síndrome de Down, fue posible gracias a una exitosa campaña de micromecenazgo y posterior apoyo de la productora de Enrique Cerezo y la distribuidora A Contracorriente Films. La película se estrenó en 2016 y el funeral de Moll tendrá lugar en el Tanatorio de San Isidro.
Durante seis años, Bernardo Moll y su esposa, la actriz Mónica Vic, documentaron la vida de su hijo, Jan, quien nació en 2009 con síndrome de Down. Lo que comenzó como un blog terapéutico para enfrentar un diagnóstico inesperado y temido, se convirtió en un proyecto cinematográfico con la intención de disipar el miedo y la incomprensión que a menudo rodea a esta condición.
Según explicaba Moll a la agencia EFE durante el estreno del documental, la idea de convertirlo en una película surgió cuando se dio cuenta del impacto emocional que tenía en las personas que compartían situaciones similares. El documental, que ha sido aclamado por su honestidad y ternura, se encuentra disponible en plataformas como RTVE Play, Filmin y Amazon Prime Video.
«Le vamos a seguir sintiendo».
El cineasta abogaba por la normalización de la discapacidad y la importancia de la aceptación en la sociedad. Durante la pandemia, Moll fundó la plataforma unidosdesdecasa.com, un espacio en línea donde las personas podían compartir sus vídeos y experiencias. También creó y grabó la webserie «Sola» junto a su esposa Mónica Vic. Además, colaboró con la productora Barco Pirata en la documentación audiovisual de las obras teatrales «Una noche sin luna» y «Castelvines y Monteses».
Con una prolífica carrera que abarca cinco largometrajes y más de 20 cortometrajes, el legado de Bernardo Moll continúa siendo relevante y emotivo para su público. En el comunicado de la productora dirigida por Sergio Peris-Mencheta, se rinde homenaje al cineasta y se destaca el apoyo a su familia: «A Bernardo no le vamos a ver más, pero le vamos a seguir sintiendo. Aquí nos quedan Mónica y Jan, que son de la familia».
En resumen, la pérdida de Bernardo Moll deja un vacío en la industria cinematográfica, pero su contribución a la visibilidad y aceptación de las personas con síndrome de Down, así como su incansable dedicación a la creación de arte, seguirán siendo recordadas y apreciadas por generaciones futuras.