Un accidente en el mar cambia la vida de la humorista Nerea Pérez de las Heras
Nerea Pérez de las Heras (41) es una periodista y humorista que ha trabajado en programas de televisión como ‘Las que faltaban’ de Movistar y ha creado el exitoso monólogo ‘Feminismo para torpes’. El pasado 23 de julio, mientras disfrutaba de un día de playa con unas amigas, sufrió un grave accidente que le costó parte de su pierna derecha. Más de un mes después, ha decidido contar su historia en Instagram, donde ha recibido el apoyo de numerosas personalidades del mundo de la política, la cultura y el espectáculo.
Según relata en su publicación, Nerea fue rescatada del agua por dos amigas que llamaron a la ambulancia. Ella misma se hizo un torniquete y dio los datos necesarios para su atención médica. Fue trasladada al hospital Mateu Orfila, donde le salvaron la vida, y luego al Son Espases de Mallorca, donde le practicaron tres cirugías de urgencia y un bypass fallido. Finalmente, el 28 de julio le amputaron parte de la pierna derecha. Nerea se define como una “cyborg” y bromea con que hoy cumple un mes de su nueva vida.
Un mes de lucha y agradecimiento
Durante este mes, Nerea ha estado rodeada del cariño y el ánimo de sus familiares, amigos y colegas. También ha recibido mensajes de admiración y solidaridad de figuras públicas como las políticas Irene Montero, Victoria Rosell y Ada Colau, las actrices Leticia Dolera, Macarena García e Irene Escolar, la periodista Valeria Vegas y las presentadoras de televisión Eva Hache y Nagore Robles. Además, ha agradecido la labor del personal sanitario que le ha atendido y ha reivindicado la sanidad pública.
Nerea Pérez de las Heras es también la presentadora del pódcast ‘Saldremos mejores’ junto a Inés Hernand, en el que entrevista a personalidades relevantes del ámbito social y político. Su último invitado fue el expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero. En su Instagram, Nerea ha compartido imágenes y un vídeo de su estancia en el hospital, donde se la ve sonriente y optimista. Ha confesado que ha sido un mes de “pitidos de máquinas que me mantenían viva, de pitidos de mensajes y llamadas que me mantenían viva”. Y ha concluido con una frase esperanzadora: “Estoy viva”.