«Está tan mal escrito…» Un hilo de Twitter explica lo que la prensa tailandesa ha contado sobre lo que en realidad pasó Daniel Sancho

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El crimen confeso de Daniel Sancho

Daniel Sancho, un empresario español de 39 años, ha confesado haber asesinado, descuartizado y ocultado los restos de su ex pareja, Edwin Arrieta, un colombiano de 40 años, en la isla tailandesa de Koh Phangan. El crimen se produjo entre el 31 de julio y el 3 de agosto de 2023, cuando ambos habían viajado a la isla para disfrutar de la fiesta Full Moon.

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Según los periódicos tailandeses, Daniel y Edwin mantenían una relación desde hacía un año, en la que Edwin había invertido dinero en el restaurante de Daniel. Sin embargo, Daniel quería terminar la relación y Edwin le amenazó. A pesar de ello, Daniel le propuso ir juntos a Koh Phangan y Edwin hizo la reserva del hotel.

El macabro plan de Daniel

Daniel llegó a la isla el lunes 31 de julio y alquiló una moto. Al día siguiente, compró bolsas de plástico grandes, un cuchillo de picar carne, guantes de goma, detergente, una esponja y lanas de acero inoxidable. El miércoles 2 de agosto, recogió a Edwin y estuvieron comiendo y paseando en moto por la isla. Luego fueron al hotel de Salad Beach, donde Daniel mató a Edwin y lo descuartizó.

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Para deshacerse de los restos, Daniel los metió en bolsas y los tiró a la basura y al mar. Para ello, compró un kayak por 1000 dólares y realizó tres viajes en kayak para arrojar las bolsas a 600 metros de la costa. Entre tanto, limpió la habitación del hotel con los productos que había comprado y se fue a la fiesta Full Moon con dos amigas.

La investigación policial

El jueves 3 de agosto, en la planta incineradora del vertedero encontraron los intestinos troceados, partes de las nalgas y el pene de Edwin. Avisaron a la policía y la prensa se hizo eco poco después. Ese mismo día, encontraron una bolsa con partes de la pierna derecha y la ropa que llevaba Edwin el día que desapareció. En el ticket de compra que había en la bolsa se identificó la tienda donde Daniel había comprado el cuchillo y las bolsas.

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Daniel fue arrestado e interrogado por la policía tailandesa. Al principio negó los hechos, pero ante las pruebas de ADN que confirmaban que los restos eran de Edwin y los restos de sangre, grasa y pelos que se hallaron en los desagües de la habitación del hotel, acabó confesando.

La confesión de Daniel

Después de confesar su crimen, Daniel colaboró con la policía para esclarecer los hechos. El domingo 6 de agosto apareció la última bolsa que había tirado al mar, que contenía la cabeza y los brazos de Edwin.

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Daniel declaró a la prensa que era culpable, pero que se sentía como un rehén de Edwin. Dijo que Edwin estaba obsesionado con él y que le había engañado para hacer negocios con él y ser su novio. “Me hizo destruir la relación con mi novia, me ha obligado a hacer cosas que nunca hubiera hecho”, afirmó.

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