«Es una película de terror». Jorge Javier se convierte en el azote de Ana Obregón y la destroza sin piedad

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La exclusiva de Ana Obregón sigue generando opiniones apasionadas

Ana Obregón ha vuelto a ser la protagonista de la actualidad rosa con una noticia que ha dejado a todos boquiabiertos. La actriz ha presentado en la revista ¡Hola! a su nieta Ana Sandra Lequio, fruto de un vientre de alquiler y del material genético de su hijo Aless Lequio, que murió de cáncer en mayo de 2020.

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En una entrevista exclusiva, Ana Obregón ha contado los detalles de este proceso, que considera un milagro y un regalo de su hijo. Según ella, esta era la última voluntad de Aless Lequio, que le pidió que le ayudara a tener un hijo. La actriz ha defendido su decisión ante las críticas que recibió la semana pasada por recurrir a una práctica ilegal en España.

Las duras palabras de Jorge Javier Vázquez y otros colaboradores

El tema fue analizado anoche en el programa Viernes Deluxe, donde varios colaboradores dieron su opinión sobre la exclusiva de Ana Obregón. Algunos se mostraron comprensivos con la actriz, mientras que otros fueron muy duros y cuestionaron su relato.

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El más crítico fue Jorge Javier Vázquez, que calificó la entrevista de Ana Obregón como una “película de terror” y un “thriller psicológico”. El presentador dijo que todo lo que contaba era “terrorífico” y que no entendía cómo podía cumplir el deseo de su hijo con 70 años. Kiko Matamoros apoyó esta valoración y dijo que le parecía una “barbaridad”.

Un debate social y ético sobre la gestación subrogada

La noticia de Ana Obregón ha reabierto el debate social y ético sobre la gestación subrogada, una práctica que consiste en alquilar el vientre de una mujer para tener un hijo. Esta práctica está prohibida en España y en muchos países del mundo, por considerar que vulnera los derechos de las mujeres y los niños.

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Algunos sectores defienden la regulación de la gestación subrogada como una opción legítima para las personas que no pueden tener hijos por otros medios. Otros sectores rechazan esta opción por considerarla una forma de explotación del cuerpo femenino y una mercantilización de la vida humana.

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