Cita para el olvido en “First Dates”
En el episodio del dating show de Cuatro, emitido en la noche del jueves, 11 de abril, Luisa, una jubilada de 66 años de Madrid, buscaba un hombre “matador” que pudiera seguirle el ritmo en todas sus actividades diarias.
El programa la emparejó con Juan Luis, un funcionario de 63 años, y durante la cena, saltaron chispas entre ellos.
Primeras impresiones y desencuentros
A pesar de las primeras impresiones negativas, la velada comenzó con Luisa afirmando que su exmarido “es el mejor amigo que he tenido” y que ahora buscaba un hombre para volver a ilusionarse. Sin embargo, Juan Luis no compartía su entusiasmo.
“Pues permíteme que te diga, si no te importa, que estás perdiendo el tiempo”, le espetó sin filtros. Según él, lo que su exmarido le aportaba no lo encontraría en ningún otro hombre. Además, cuestionó si Luisa, a su edad, podría enamorarse de nuevo.
Diferencias de perspectiva
La discusión continuó con Juan Luis expresando sus preferencias. Buscaba una persona con “ilusión por salir, viajar y compartir”. Criticó la idea de que ser caballero se redujera a pagar las copas.
Luisa, por su parte, dejó claro que no buscaba que un hombre le pagara las cosas. Tenía su propio dinero para sus gastos y vicios, pero lo que realmente anhelaba era el amor.
La edad y el amor
Juan Luis sostenía que los hombres solían casarse con mujeres más jóvenes debido a la “madurez”. Según él, un hombre no podía estar con una mujer mayor.
Luisa, sin embargo, argumentó que había estado con hombres más jóvenes y que la madurez no siempre estaba relacionada con la edad. “Hay chicos que son más maduros que ciertos maduros y, sin embargo, hay maduros que son unos niños”, afirmó.
Un giro inesperado
En medio de la tensión, Laura Boado, la camarera del programa, se acercó para preguntar qué postre quería Luisa para terminar la noche. Fue entonces cuando Juan Luis sorprendió a todos al lanzarle un piropo a Laura.
“Las cosas dulces son las que más me gustan, por eso me gustas tú también. Eres un bombón por fuera y dura por dentro”, le dijo. La respuesta de Laura dejó claro que no le gustaba su cita.
Reflexiones finales
Luisa concluyó con enfado e indignación, ante la situación presenciada: «Si fuera mi pareja le hubiera dado una ost** pero bien dada. Pero como no es mi pareja… A mi parecer me ha parecido una falta de educación y de respeto, pienso que no merece la pena mandarlo a la mierda , bastante desgracia tiene» En la decisión final, la pareja acordó de común acuerdo que no tendrían una segunda cita.