Trágico suceso.
Algunas tragedias son particularmente impactantes. Los fallecimientos por causas naturales, como la avanzada edad del finado, son más fáciles de racionalizar. Sin embargo, hay casos en los que el drama se acentúa por factores como la muerte de una persona tan querida como Chelo.
La ovetense María Consuelo Ginzo Gonzalo, más conocida como Chelo, era una enfermera del hospital Álvarez Buylla de Mieres, donde llevaba años trabajando en el área de Psiquiatría. Allí era muy apreciada por sus compañeros y por los pacientes a los que atendía con profesionalidad y cariño. Sin embargo, su vida se truncó el pasado viernes cuando disfrutaba de unas vacaciones en la costa de Lugo junto a su hija María Calzón Ginzo.
«Mamá, no te metas tan adentro».
Chelo, de 49 años, se encontraba en la playa de Os Castros, en Ribadeo, cuando decidió darse un baño. El mar estaba revuelto y su hija le advirtió del peligro: “Mamá, no te metas tan adentro, sal para fuera”, le gritó. Pero ya era tarde. Chelo se golpeó contra las rocas y quedó inconsciente en el agua. Varios bañistas que presenciaron la escena se lanzaron a rescatarla y la sacaron a la orilla en parada cardiorespiratoria.
Los servicios de emergencia fueron alertados por los testigos y se desplazaron al lugar de los hechos. Allí intentaron reanimarla durante una hora sobre la arena, sin éxito. Finalmente, la trasladaron al hospital da Mariña en Burela, donde falleció al día siguiente.
La noticia causó una gran consternación entre los profesionales sanitarios de Asturias, que conocían y apreciaban a Chelo. “Era muy buena persona y mejor compañera; pero, sobre todo, era una gran profesional, muy atenta siempre con los pacientes a los que atendía”, la recordaban ayer sus compañeros del hospital mierense. “Es que no me puedo creer que ya no esté con nosotros”, decía otro que había trabajado con ella en Mieres y ahora lo hacía en el Hospital Universitario Central de Asturias, en Oviedo. “Es una auténtica pena”, añadía.
El cuerpo de Chelo será incinerado hoy domingo, a las 6.45 horas, en el tanatorio de Los Arenales, en Oviedo. Sus padres, José Ángel Ginzo Fernández (jubilado de TUA) y María Josefa Gonzalo Labra, y el resto de su familia recibirán el pésame de sus allegados y amigos.
En el operativo de rescate participaron también el helicóptero Pesca II, del Servicio de Guardacostas de Galicia, y la Salvamar Alioth. Por tierra, acudieron Urxencias Sanitarias de Galicia-061, la Policía Local, la Guardia Civil y las Agrupaciones de Voluntarios de Protección Civil de Ribadeo y Barreiros.