La selección en la pista de baile
Carmen, con una sonrisa confiada, compartió su perspectiva en el programa de citas ‘First Dates’: “El hombre se cree que es el cazador, pero es la mujer la que caza. Yo voy a una discoteca y elijo, pero a mí me vienen 30 y les digo que lo siento, pero no bailo”.
Su actitud positiva no pasó desapercibida para Carlos Sobera, el anfitrión, quien elogió su enfoque de la vida. “Tienes una actitud maravillosa”, comentó. Carmen, siempre optimista, reveló su secreto: “Me pongo por la mañana las gafas de color rosa para ver todo de ese color”.
Un encuentro de personalidades
La conversación se tornó personal cuando Sobera indagó sobre las preferencias de Carmen en un compañero. “Alto, guapo, culto y que tenga sentido del humor”, describió, delineando el perfil de su hombre ideal.
La madrileña también presumió de su habilidad para dominar cualquier conversación o juego, desafiando al presentador: “Puedo hablar de cualquier tema y te destrozo a ti en cualquier juego de mesa”. Sobera, intrigado, preguntó cuál era su juego favorito. “El póker”, respondió ella, provocando un divertido pique de ‘fantasmadas’ entre ambos. «¿Quieres ver como te barro en el póker?, le retaba ella.
«Otra más que se me viene abajo con un insulto para evitar el duelo directo. Eres cobarde, te voy a presentar a un jugador con el que vas a poder, porque conmigo, no», contestaba el presentador antes de ir a recibir a la cita de Carmen.
La llegada de Julián
La cita de Carmen, Julián, llegó con expectativas claras: apreciaba a las mujeres con carácter y convicciones firmes. Sin embargo, Carmen no ocultó su sorpresa al conocerlo, esperando a alguien más joven y elegante. “Lo era lo que yo esperaba, creía que iba a ser una persona más joven, con pelo, con otro talante y elegancia. Un hombre de traje con corbata, me habría encantado”, confesó. A pesar de las primeras impresiones, decidieron sentarse a cenar y explorar su conexión.
Descubrimientos y revelaciones
A medida que la cena progresaba, Carmen habló de su pasión por la escritura y su fluidez en la lengua de signos, mientras que Julián admitió sus dificultades con los idiomas. La velada se suavizó con el tiempo, culminando en un beso íntimo. “Más se perdió en Cuba y traían tabaco…”, bromeó Carmen después.
Al final de la noche, Julián expresó su deseo de una segunda cita, citando su sentido del humor compartido y la posibilidad de ayudar a Carmen a superar su reciente ruptura. Carmen, sin embargo, admitió que aún soñaba con su ex y necesitaba tiempo para cerrar ese capítulo antes de abrir su corazón nuevamente.